Mamá cuenta con honestidad lo que significa ser madre de una bebé hiperactiva: "A veces ya no se qué mas hacer"
Si son padres, saben muy bien de lo que estamos hablando; nuestros hijos, cuando son pequeños, tienden a hacer muchos, muchos caprichos y no solamente es muy difícil para un adulto comprender el porqué de tantos lamentos por parte de un niño, pero más pasa el tiempo y más resultará complicado intentar calmarlos, comprenderlos. Lo sabemos, para una mamá o para un papá es una gran fuente de estrés cuidar constantemente del propio hijo, sobre todo cuando es particularmente hiperactivo, pero esta historia los hará creer nuevamente: cualquier capricho, incluso el peor, puede ser controlado.
via Scary Mommy
El posteo de una mamá con una hija con trastorno de déficit de atención con hiperactividad ha arrojado una nueva luz sobre lo que significa ser padre de un niño particularmente caprichoso y como manejar no solamente al pequeño sino también el constante estado de ansiedad del padre o de la madre. La historia de esta mamá comienza mientras estaba en la fila para pagar su compra en el supermercado: "Finalmente sucedió. Mientras esperaba en la fila para pagar, mi Sophie estaba inquieta en el carrito, llorando porque le había quitado un paquete de papas fritas y porque me llamó idiota mientras estábamos en la fila. Es despiadada. Lo sé. Vivo con su ser hiperactivo y de caprichos desde hace mucho tiempo y no se qué más hacer...
Permanecimos en la fila durante varios minutos, yo ignoraba todos sus caprichos y negaba moverme. He tenido que salir de lugares públicos cientos de veces por este motivo. Casi todas las veces, de hecho, termino por irme sin lo que estaba por comprar y con una niña de cuatro años que hace berrinches, pero esta vez debía estar firme porque necesitábamos los bienes esenciales en casa."
Le digo por décima vez que se siente para que no se caiga y luego escucho decir por una mujer detrás mio "¡Por el amor del cielo, dale una galleta así está callada!". Podría haber respondido mejor. Podría haberle explicado que mi hija de cuatro años tiene un grave déficit, que crio a mis hijos sola, que estoy haciendo lo mejor que puedo y que no tengo otra elección que soportarla porque tengo la necesidad de hacer las compras. En cambio, siento salir de mi boca "Tiene cuatro años y usted debe encargarse de sus asuntos". Mantengo la calma y voy a pagar mi compra a la caja, pero algo seguía hirviendo dentro de mi. He sido señalada por una desconocida como la persona del niño que no se comporta bien. La persona que parece perezosa porque ignora los caprichos y las lágrimas caen sobre mi cara por haber perdido la calma de esta manera, me siento terriblemente triste por no poder tener una sola salida tranquila con mis hijos...
Mientras miro mis compras, una mujer se acerca y comienza a hablar con Sophie. Le hace preguntas para distraerla, pero me apoya cuando Sophie comienza nuevamente a quejarse por querer las papas fritas. "No, no puedes tomarlas hoy. Debes ser buena por tu mamá. Necesito que seas buena para ella. Tengo una niña como tú. ¿Cuántos años tienes? ¿Cuántos años tiene tu hermano?"
Nunca se sabe por lo que está pasando otra persona. No conoces los problemas que tiene un niño y lo que le está causando esos comportamientos, a menos que conozcas la batalla por ser padre de una niña como la mía, entonces no puedes juzgarme. Pero incluso un solo acto de amabilidad es suficiente para que una madre se sienta cómoda y feliz. Gracias a esa mujer en el supermercado hoy por mostrar haber sido amable conmigo y con mis hijos. Gracias por habernos acompañado a la salida. Gracias por tu apoyo. ¡Las madres deben permanecer unidas!"
Una historia que cuenta mejor que otra cosa lo que significa ser madre de un niño hiperactivo; no hay necesidad de juzgar, aunque a veces no sea nada sencillo, pero un acto de bondad es suficiente para entender que ponerse en el lugar de las otras personas es lo más correcto, a veces.