Son hermanas siamesas, literalmente unidas de por vida, pero "solo" una de ellas tiene pareja
Formar parte de una familia es, en la gran mayoría de los casos, una suerte: el amor y el apoyo de los padres, hermanos, hermanas y por qué no también otros familiares, hace la vida de una persona llena y "satisfactoria". Una familia que se precie se ayuda siempre, da consejos, consuelo y nos ayuda a convertirnos en individuos "mejores". No solamente los padres, que son naturalmente los pilares, sino también la figura de los hermanos y hermanos nos guía durante nuestro camino: son nuestros primeros y verdaderos mejores amigos.
El problema es cuando el apego con ellos se vuelve esencial e inevitable. Las protagonistas de esta historia se quieren mucho, pero su unión va más allá de la solidaridad y de la hermandad: son gemelas siamesas.
via Dailymail
Lupita y Carmen Andrade, de 22 años, son dos gemelas siamesas y por lo tanto, por definición, son dos personas que comparten gran parte del mismo cuerpo.
En el caso en el que se lo estén preguntando, no, no pueden separarse "forzosamente" a través de una cirugía: la operación podría ser fatal para una de las dos y ambas, por lo tanto, prefirieron aprender a vivir tranquilamente, en armonía una con otra.
Las dos chicas se llevan muy bien, algo que es menos evidente de lo que se puede suponer, claramente han tenido que encontrar el equilibrio y establecer "reglas" para su vida tranquila. Por ejemplo, una de las dos jóvenes hermanas, Carmen, está de novia con un joven, pero Lupita no.
Una situación definitivamente delicada la de la mujer, o más bien del trío si queremos incluir también a Daniel, el novio de Carmen. Sin embargo las dos hermanas supieron adaptarse bien y sobre todo apoyarse emocionalmente: "es agradable en realidad esta extraña realidad, todo está en encontrar los compromisos adecuados: por ejemplo yo por lo general me duermo antes de Lupita, pero cuando Daniel viene a visitarnos a casa esto no es un problema porque sé que ella permanecerá despierta para hablar con él, ¡en este caso es una ventaja!", explica Carmen.
Sin embargo, también hay momentos en los que se crean pequeños conflictos: "sucedió que me sentía un poco mal porque quería pasar más tiempo con Daniel, pero mi hermana no quería mucho eso. Asi que intentamos llegar a un acuerdo: quizás Lupita elige a dónde ir a cenar o que actividad hacer durante nuestra salida y así ella está contenta de lo que hace y dónde lo hace, mientras que yo así tengo la posibilidad de estar acompañada de Daniel", agregó Carmen.
Por lo tanto, las dos hermanas tienen una relación realmente especial y son la demostración de que no existen obstáculos insuperables cuando nos apoyamos con amor y armonía.