¿Cuál es el huevo más fresco entre estos dos? Aqui cómo reconocerlo con un vistazo rápido
Una alimentación saludable y equilibrada es una preocupación que involucra un poco a todos: comer bien y de manera saludable es ciertamente de fundamental importancia para nuestro bienestar. Por lo que hay que prestar mucha atención a lo que compramos cuando vamos a hacer las compras: a los tipos de productos, a las calorías, a las grasas, etcétera. Uno de los elementos que, a veces, no es considerado como debería serlo es la fecha de vencimiento.
Entre indicaciones escritas en letras pequeñas o semi borradas puede resultar difícil desentrañar y comprender cuándo un alimento está bien para ser consumido y cuándo en cambio debe desecharse absolutamente. En esta pequeña guía queremos dales algunos consejos útiles para ir, prácticamente a lo seguro, y darse cuenta cuándo los huevos aún son comestibles. Descubrámoslo juntos.
via Stockland
La comida es un elemento "delicado" ya que está muy sujeto al deterioro, a "echarse a perder". Ciertamente, la correcta conservación de cada alimento específico puede, en un cierto sentido, alargar su vida.
Pero con respecto a algunas comidas hay que tener más cuidado que lo normal: comerlos cuando están vencidos/contaminados puede provocar la aparición de enfermedades y causar fuertes malestares.
Entre estos alimentos encontramos a los huevos que siempre deben ser comprados y consumidos lo más "frescos" posible. Obviamente durante su compra debes fijarte cuidadosamente su fecha de vencimiento, pero podría suceder que no la veas por un momento de distracción o no poder ver bien algunos "números" que indican su "vida útil". Por lo tanto ¿qué hacer en esas circunstancias?
Si te encuentras en tu casa, precisamente en un proceso de preparación de una receta que requiera la utilización de un huevo, se necesitaría adoptar uno de estos pequeños trucos para darse cuenta si el huevo sobre el cual tienen dudas es bueno o malo.
Si tus huevos son frescos te lo dirá en pocos segundos la "prueba de inmersión": suficiente con sumergirlos en un recipiente lleno de agua y observar lo que sucede.
Los más viejos, posiblemente ya en mal estado, tenderán a flotar debido a la bolsa de aire que se forma dentro con el tiempo, mientras que los "aún buenos" ¡se hundirán completamente llegando a tocar el fondo del recipiente!
Otro práctico consejo es el de romper los huevos "sospechosos" sobre una superficie plana, nuevamente observen cuidadosamente: un huevo "fresco" se presentará mostrando una clara voluminosa y bien "centrada" en el interior de la yema -uno en mal estado- tendrá su clara más "aplanada" y tenderá a "hunidrse" hacia el exterior de la yema.
Finalmente, última pero no menos importante sugerencia, confíen en su olfato: huelan cuidadosamente los huevos abiertos y difícilmente se equivocarán.
Malos olores, acres y picantes, nunca son una buena señal: en estos casos no tengan ninguna duda en tirar la comida. La salud vale más que cualquier otra cosa.