Hijo echa a su madre de su boda: "cruzó todos los límites"

Un evento tan esperado puede fácilmente transformarse en una experiencia muy por debajo de nuestras expectativas. Afortunadamente, esto no sucede con tanta frecuencia. De cualquier manera, lo que siempre deseamos es que todo salga bien al menos en las que son las ocasiones más importantes de nuestras vidas. Como es la boda.

Una celebración dedicada al amor duradero que quisiéramos que se coronara de la mejor manera posible: para hacer realidad ese deseo, se organiza cada detalle con anticipación precisamente para evitar malas sorpresas en el fatídico día. Pero una cosa es planificar y otra es concretizar ideas y expectativas...

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Lo ha descubierto muy bien el protagonista de esta historia, un novio cuya identidad es anónima, que descubrió a flor de piel el significado de la palabra "imprevisto". Pero quizás en este caso hay algo más que un sencillo acontecimiento anómalo. Pero comencemos por orden.

El hombre tiene un pasado "delicado", muy conmovedor: ya se había casado hacía 6 años y había estado junto a su pareja, Helena, durante casi un año hasta que ella falleció...Un acontecimiento dramático que había, como es de imaginar, dejado un gran vacío en su corazón.

Pero aún era lo suficientemente joven y tiempo después conoció a otra mujer maravillosa, una persona realmente especial de la cual terminó enamorándose locamente. Su vida, entonces, parecía estar lista para "dar vuelta de página" y la felicidad había vuelto a ser una constante para el individuo. Pero había otra persona que no estaba para nada contenta con su nueva relación.

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Su madre: la mujer se había unido mucho con su ex esposa anterior y fallecida, por lo tanto no podía "comprender" cómo su hijo pudo seguir adelante cuando para ella el recuerdo de ese luto aún estaba presente.

Entonces, cuando llegó el momento para la nueva pareja de casarse, el hombre estaba feliz: sintió que había formado con su nueva novia (y pronto su esposa) un vínculo aún más especial. Ella era su alma gemela. Pero la madre no hacía otra cosa que comparar el viejo matrimonio (el que tuvo con Helena) con el nuevo y nunca dejaba de mostrar su desacuerdo. "Éramos más jóvenes y menos estables económicamente: por eso mi segundo matrimonio podía ahora ser 'más lujoso', no había otros motivos", escribió el hombre en un conocido foro online con la intención de explicar su particular historia.

La madre insistió mucho en querer que asistan a esa celebración también los padres de Helena. Sin embargo, el hijo no consideraba que fuera una decisión apropiada y no aceptó en invitarlos. En el día de la boda su madre asistió de todas maneras con los viejos suegros del hombre sin decirles a ellos que no esperaban su presencia. El joven había dado motivos de la decisión de la exclusión diciendo que quería olvidar el pasado y seguir hacia adelante sin encontrarse con personas que le recordaran la vida que jamás podría llevar con su exesposa.

Al final, el enfrentamiento con su madre fue inevitable y terminó con el hijo "prohibiendo" a la mujer del completo evento: ella se echó a llorar suplicándole que cambie de opinión hasta que tuvo que darse por vencida e irse. Por lo sucedido, su padre se lo tomó mal y desde aquí la pregunta que se hizo: ¿se ha comportado bien o no en esta particular circunstancia?