Gana una gran suma de dinero en la lotería y compra casas para todos sus amigos, pero luego nunca más les dirige la palabra
Ganar la lotería, tener de repente una gran suma de dinero disponible, dejar el trabajo, cambiar de vida y hacer todo lo que quieras hacer, seamos realistas, es el sueño de todos. Lástima que no todos puedan cumplirlo. Muchas personas prueban suerte todos los días, juegan a la lotería e intentan llevarse a su casa el botín más alto, pero solamente pocos son los afortunados que logran hacerlo.
Entre ellos está el protagonista de esta historia, el cual ganó un premio grande estrepitoso, pero tuvo que lidiar con una amarga realidad. Veamos por qué.
Él es Mark Gardiner, de Sussex, Reino Unido, un hombre que en el ya lejano 1995 vio cambiar su vida de un día para el otro. Deseoso de un cambio de vida como vidriero, el hombre probó suerte en varias oportunidades, hasta que la "suerte" golpeó su puerta. La cifra ganada es impresionante, unos 22.590.829 de libras esterlinas (unos 26.354.747 euros).
Mark, sin embargo, se llevó tan solo la mitad del botón, la otra parte fue para su amigo y socio de negocios, Paul Maddison, junto al cual había tentado la hazaña. Lástima que su vida no cambió para mejor.
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Mark se llevó a su casa la súper victoria de 11 millones de libras esterlinas y comenzó a usarla -excesivamente- para varias compras. Se compró una casa en Barbados, dos Mercedes Benz, una moto Harley-Davison y hasta incluso dos equipos de fútbol como inversión. Pero no terminó aquí, porque su generosidad la invirtió también en otras personas, dando una señal de gran altruismo. El hombre, de hecho, compró casas para cada uno de sus cinco amigos más cercanos, gastando unas 500.000 libras esterlinas por cada uno.
Si, sin embargo, esperan que haya habido agradecimiento y cariño hacia el nuevo millonario, se equivocan mucho. Con el paso del tiempo, de hecho, Mark perdió contacto con muchos de sus amigos e incluso con algunos familiares. El premio solo favoreció en una pérdida de confianza en las personas y él se quedó cada vez más solo.
"Después de la victoria le compré casas a mis amigos -confesó- ¿piensan que aún están junto a mi? ¡Ciertamente no! Ya no me hablan y lamentablemente tener tanto dinero me hace sospechar. Cuando alguien era amable conmigo, pensaba que sólo lo hacía por mi cuenta bancaria".
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A los 61 años de edad y a los 28 de la enorme victoria, Mark contó que regresó a su vieja vida. Habiendo derrochado todo el dinero, se vio obligado a volver a su trabajo anterior. De las cosas que se había comprado gracias a los 11 millones de libras esterlinas, a él le quedó una de los dos equipos de fútbol, la casa de vacaciones de Barbados y la empresa Croft Glass, donde trabaja a diario.
Después de todo este tiempo, también dijo que si hubiera ganado a su edad actual y con su nueva conciencia hubiera actuado de manera diferente, decidiendo en primer lugar dejar de trabajar. Quizás también hubiera decidido no comprarle casas a personas con las cual no se volvería a hablar y habría sido más ahorrativo.
¿Tú en su lugar cómo hubieras invertido todo ese dinero?