Una gemela salva a la otra "enviando una señal" cuando aún están en la panza de su madre
El nacimiento de un niño es ya de por sí un evento emocionante, especial y magnífico. Sin embargo, ¡cuando recibes la feliz noticia que estás embarazada de dos gemelos la alegría es comprensiblemente aún más grande! Hablamos de hecho de hijos que, de alguna manera, tendrán un vínculo indisoluble y único entre ellos.
La madre protagonista de esta historia estaba muy feliz por la noticia de su embarazo. Sin embargo, otra noticia, para nada agradable, estaba a punto de caer sobre ella y su pareja. Pero comencemos por orden y veamos juntos la increíble historia de sus gemelas.
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Chris T/Flickr - Not the actual photo
De hecho, son precisamente las pequeñas Poppy y Winnie las que están en el centro de este sensacional episodio. Un parto tan particular que fue definido incluso por los doctores como "un milagro". Pero ¿qué sucedió?
Leah McBride y su esposo, Austin, de 27 años, estaban en la cuenta regresiva para poder finalmente sostener entre sus brazos a las bebés, pero llegadas las 21 semanas de gestación se le comunicó a la pareja una noticia desgarradora.
Según los médicos una de las dos gemelas estaba destinada a no ver nunca más la luz...los especialistas le habían aconsejado entonces que lleve adelante el embarazo de una sola e las dos pequeñas para darle a la otra más posibilidades de vida. Pero la mujer no podía aceptar un "compromiso" similar y acudió a otros médicos como en un último intento desesperado.
También según los otros doctores la situación era bastante crítica: parece que una de las dos pequeñas estaba recibiendo todos los nutrientes en detrimento de la otra. Esta última había llegado a ser menos de la mitad que su hermana..pero algo todavía podía intentar.
Los cirujanos decidieron operar a Leah intentando reestablecer "el desequilibrio" entre las dos. Y lo lograron. Lamentablemente el calvario de la pareja aún no estaba destinado a terminar: con tan solo 27 semanas de embarazo la mujer rompió bolsa decretando entonces la inminente llegada de las gemelas. Pero era realmente muy pronto para que pudieran nacer seguras.
Una vez más los médicos intervinieron logrando, a través de los esteroides, retrasar ese delicado parto. A las 31 semanas, la frecuencia cardíaca de Poppy había comenzado a disminuir poniendo a todos en alerta y obligando a los médicos a que nazcan los bebés. Poppy, la pequeña con bajo peso que le estaba pasando todos los nutrientes a su hermana, estaba inesperadamente en perfecto estado de salud. Pero Winnie no.
Los pulmones de la gemela no se habían formado totalmente: Poppy, al ralentizar su corazón, ¡había obligado a que nazca ella y a Winnie salvándole la vida! Si no hubieran nacido prematuramente, Winnie no hubiera sobrevivido. "Es como si hubiera enviado una señal: su latido cardíaco llamó la atención de todos nosotros, sin embargo, al final no era ella quien estaba mal como temíamos. Nosotros pensamos que tu hija Poppy intentó salvarle la vida a Winnie: es un milagro", le habían dicho los médicos a Leah. Ambas bebés ahora están muy bien y gozan de un excelente estado de salud; ¡no hace falta decir que están más unidas que nunca y se cuidan mutuamente!