Disforia de género: la historia de Arianna, nacido Jorge
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La identidad de un individuo, es decir, lo que una persona siente que es, es un tema complejo y debatido. En la mayoría de los casos, pertenecer a un género, incluso distinto al del nacimiento, es fruto de un camino largo y muchas veces turbulento. De hecho, tiene implicaciones no sólo físicas, sino psicológicas y sociales. No es fácil vivr en un cuerpo al cual uno no siente que pertenece, desearías cambiar tu apariencia.
Sin embargo, hay casos en el que este proceso se manifiesta muy rápidamente y a una temprana edad. Este es el caso de los niños transgéneros y de la disforia de género infantil. Esta condición se puede manifestar entre los 3 y los 4 años, como un estado de conciencia adquirida. El joven protagonista de la historia se dio cuenta desde niño su condición y llamó la atención precisamente sobre el fenómeno de la disforia de género. Veamos qué fue lo que sucedió.
via Daily Mail
La historia de Jorge
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Quien vivió esta experiencia directamente ha sido Arianna Quizhpi, cuyo nombre original es Jorge. El niño, de tan solo 6 años, un día le confesó a su madre que no se sentía varón y que siempre pensó que pertenecía al género femenino. Su conciencia comenzó con juegos cotidianos y con el sentir un impulso natural hacia el mundo de las chicas. La madre del pequeño acogió estas declaraciones con mucha tranquilidad y de hecho, le sugirió a la niña que vaya al doctor para profundizar el tema de la disforia de género.
Una gran lección de vida
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Arianna se mostró inmediatamente entusiasta con esta idea ya que se dio cuenta de que su madre realmente estaba escuchando y respetando sus exigencias. Su deseo, de hecho, era el de tener un día un cuerpo de mujer. La mujer compartió en las redes sociales la historia y también las reacciones de la niña. La historia tuvo muchísimas visualizaciones, publicaciones compartidas y comentarios. Como era de esperar, el público se dividió en dos. Muchos apreciaron la sensibilidad y la modernidad de la madre al recibir los deseos de su hija de una forma tan abierta y constructiva.
Otros, en cambio, expresaron muchas perplejidades sobre este comportamiento. Para estos últimos, de hecho, la disforia de género no es un tema que deba tomarse a la ligera, especialmente cuando se trata de un sujeto tan joven. Quizás ambas, madre e hija, necesitarían más tiempo para comprender realmente todas las implicaciones del camino que tienen por delante. Arianna/Jorge aún es demasiado joven. Puede ser correcto y compartible abrazar la decisión, pero sólo si es fruto de una camino de crecimiento personal y de adecuada maduración.
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