Un anciano con el andador sube sobre el trampolin...pero no saquen conclusiones anticipadas!
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A decir por muchas personas ancianas, que han sabido afrontar la vejez con filosofia, el secreto es uno solo: no hacer morir nunca el niño que est dentro de cada uno de nosotros. Ser adultos sirve para vivir, pero quedar una parte de nosotros como niños sirve para sobrevivir.
Miren este señor: se lama Michael y su pasion, con una pizca de imprudencia, son los trampolines. Los problemas físicos no faltan y ni los dolores, pero saltar le hace olvidar muchas cosas malas. Aprendamos de él divertirse sin tener en cuenta la edad cronologica y reflexionar sobre su mensaje final, pronunciado entre un salto y el otro: "Recuerda siempre, la vida es demasiado seria como para ser tomado en serio. Nunca dejar de jugar."
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