Una escuela materna dentro de una casa de ancianos: el resultdo de este experimento es increible
La presencia de los abuelos en la vida de un niño es algo especial. Ellos desarrollan un rol fundamental: son una guia, pero al mismo tiempo son complices como un padre quizas no podria nunca serlo; son amigables y sabios, grandes relatores de lecciones de vida util siempre prontos a conceder un abrazo. La idea de poner niños y ancians juntos como ocurre en esta casa de ancianos es que al mismo tiempo es un jardin maternal, entonces, no podia ser otra cosa que revelarse como un suceso.
En Seattle...
En el interor de la casa de ancianos Providene Mount St. Vincent de Seattle ha sido colocaa una escuela que hace de jardin maternal y los resultados se revelaron altamente satisfactorios. Los efectos positivos que la compañia entre niños (de 6 meses a 5 años) y ancianos (casi 400 personas) fueron estado casi tantos que el director Evan Briggs ha girado un documental en la estructura para dar testimonio de la belleza de esta interaccion.
Niños y ancianos estan juntos desde el lunes al viernes para desarrollar las actividades mas disparatadas: bailan, cuentan y escuchan historias, tocan instrumentos musicales, dibujan o simplemente comparten el tiempo juntos.
Los programas compartidos fueron estado pensados para procurar beneficios entre ambos: los niños son educados y desarrollan la facultad intelectual y motoria, mientras los ancianos mantienen activas las mentes y el cuerpo.
Gracias al contacto con ancianos, algunos con discapacidad, los niños también aprenden a darse cuenta de las diferencias físicas, aprenden que no sólo los grandes deben ayudar a los más pequeños, sino también lo contrario.
Recibir el cariño y el compañerismo de estas pequeñas criaturas, por el contrario, ilumina el día de los invitados de la casa de descanso, a menudo visitado ocasionalmente por sus familias. Como todos sabemos, la sonrisa de los niños es siempre la mejor medicina para todos los miedos y dolores de los adultos.
Aquí está el documental filmado por Evan Briggs dentro del jardín de infantes.
