Un hombre no vidente viene reducido en lagrimas cuando NINGUNO le cede el lugar reservado para discapacitados
Nuestras ciudades estan llenas de barreras arquitectonicas, pero no nos damos minimamente cuenta de cuanto son peligrosas y humillantes para quien se encuentra en deber afrontarlas: una persona que mas alla de su discapacidad esta impedida en atravezar la calle en seguridad, a caminar sobre una vereda sin terminar en un pozo o moverse con los medios de transporte publico, se siente olvidada de la sociedad. Pero cuando a la dificultad estructural se agrega la indiferencia de las personas, se pierde tambien la ultima esperanza de vivir en un mundo civilizado.
Amit Patel documenta su aventura en la metro de Londres sobre su perfil Twitter: casi cada dia èl y Kika, la perrita que lo guia, viven de situaciones surrealistas.
Amit Patel es un ciudadano londinense que ha perdido la vista hace 5 años a causa del queratocono, una enfermedad que deforma la cornea hasta la ceguera. El joven de 37 años se encontro asi en tener que abandonar su inicio de carrera de medico y a afrontar los obstaculos arquitectonicos de su ciudad: pero a tenerlo herido en lo profundo ha sido el comportamiento tenido de sus conciudadanos.
Amit ha dirigido a Kika al comando "busca un lugar": en general alguno que siente la palabra anticipa la busqueda de Kika y deja el lugar al hombre, pero aquel dia no ocurre nada de todo esto.
La metro estaba colmada de trenes y de pasajeros, era imposible que ninguno no hubiese sentido el comando de buscar el lugar dirigido a Kika, incluso ninguno se mueve, ni siquiera aquellos que estaban sentados en los lugares reservados para discapacitados.
Asi, Amit ha tenido que permanecer por 30 minutos con su espalda apoyada en la pared del vagon, buscando de no caer: el piso estaba completamente mojado y el riesgo de resbalar era muy alto.
Cuando ocurren situaciones parecidas, Amit sufre incluso por Kika: mas alla de èl, tambien los perros de servicio deben soportar situaciones profundamente estresantes.
"Ella se toma cuidado de mi cada dia y yo no podia hacer nada por ella", ha escrito Amit: "Es en estos casos que es posible verme llorar".
Kika, aquel dia, ha tenido que quedar en medio de la multitud, con decenas de personas que se movian en continuacion alrededor de ella. Para un perro es muy dificil mantener la calma en estas condiciones, sobre todo si no debe nunca dejar de prestar servicio al patron non vidente.
No es la primera vez que Zmit denuncia un situacion parecida en la metro de Londres: ademas de las difusas barreras arquitectonicas se agrega la indiferencia y el egoismo de las personas.
Amit desde hace tiempo ha puesto una telecamara sobre el lomo de Kika para mostrar a todos aquellos que en un primer momento le parecia solo impresiones: en vez, de verdad las personas no se cuidan del hecho que sea no vidente y que esta acompañado de un perro de servicio: "hacen pinta de no ver o de no sentir", ha dicho.