Un hombre ofende a un joven discapacitado en el tren: luego se arrepiente y pide disculpas a todos

por Patricia Zorzenon

25 Julio 2018

Un hombre ofende a un joven discapacitado en el tren: luego se arrepiente y pide disculpas a todos
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La dificil vida que hacen los viajeros la podemos solo imaginar si todas las mañanas subimos sobre un tren que nos lleva al trabajo, para luego volver a subir para regresar a casa. Afrontar cada dia los atrasos repentinos, los medios siempre mas abarrotado y una hoja de ruta rígida no es nada fácil.

A complicar la vida de los viajerso es la mala educacion, la arrogancia: y por desgracia, en estos tiempos, no es una cosa rara encontrarsela bajo la mirada.

Lean que cosa ha sucedido sobre un tren regional: aquello que podia transformarse en la enesima pelea, ha tenido en vez, un final resuelto inesperado.

via repubblica.it

La historia ha sido difundida por un hombre que estaba a bordo del tren: al termino del acontecimiento ha escrito un post Facebook en donde ha contado lo ocurrido.

La historia ha sido difundida por un hombre que estaba a bordo del tren: al termino del acontecimiento ha escrito un post Facebook en donde ha contado lo ocurrido.

pixabay.com

Estoy sobre un tren regional, estoy yendo a una presnetacion de mi libro, afuera hay una lluvia oblicua que cae contra la ventanilla. El tren para en una estacion de la cual no logro leer el nombre, en la estacion sube un joven discapacitado, lo ponen arriba del tren. El joven esta en silla de ruedas y tiene el torso doblado hacia adelante por una evidente deformacion. El espacio del vagon reservado a las sillas de rueda esta ocupado por dos enormes valijas, el inspector dice en alta voz: "De quien son estas valijas?!" sin obtener respuesta, entonces grita: "DE QUIEN SON ESTAS VALIJAS?!" y desde un lugar un hombre de unos cincuenta años se gira ubicado dos asientos adelante, el inspector lo ve y lo intima: "Las mueva de inmediato, por favor".

El hombre cerca de cincuenta se levanta, va a tomar las valijas pero lamentandose con el inspector que, en resumen, es una indecencia, en el tren su equipaje en donde va el compartimento especial no existe y ahora él los coloca. El joven discapacitado, mientras ata su silla de ruedas con las correas, mira al hombre sin decir nada, no entiendo si su discapacidad le impide hablar o si simplemente está cansado, del tipo de cansancio de alguien desafortunadamente acostumbrado a mirar reacciones como esa.

El inspector se acerca al hombre, le dice que, dado que los compartimentos son pequeños, si quiere puede poner sus valijas sobre dos asientos vacios delante suyo. Es a ese punto que el hombre se deja escapar una frase a baja voz. 

"Porque estos no se quedan en sus casas en vez de ir por ahi", dice.

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William Murphy/Flickr

William Murphy/Flickr

Lo sentimos una señora de setanta años aproximadamente sentada de espaldas y yo. Me estoy esforzando de hacer un respiro profundos porque estoy seriamente pensando de levantarme e ir a ponerle una mano encima. La señora en vez se levanta, se gira, se pone delante del hombre y le dice: "Usted se debe avergonzar, porque no se queda en su casa en vez de ir por ahi a obligarnos de sentir sus locuras!"

El hombre mira a la señora de arriba abajo, tiene una expresion de un niño que apenas ha sido regañado por la madre. 

Estoy por intervenir y aumentar la dosis cuando: "Tiene razón", dice el hombre de repente. "Disculpe, discúlpeme, estoy muy cansado y realmente exagero".

Un instante despues el hombre se levanta, va hacia el joven discapacitado, se para delante a èl: "Disculpame de verdad" dice, "soy un imbecil".

El joven alza los ojos: "Tranquilo" le dice, "De aquello se puede sanar".

pixabay.com

pixabay.com

El hombre parece sorprendido por la respuesta, el rostro se le abre en una sonrisa, el joven sonrie tambien. Se presenta, comienzan a conversar.

El joven se llama C, es un ingeniero informatico. El hombre se llama S, es un viajero de metalurgia. Viven casi a diez kilometros y no habian jamas encontrado. Hoy en vez se han "visto", que me parece una cosa mas bien importante.

Miro fuera de la ventanilla, escucho sus historias intermitencias, pienso que esta situacion habria podido terminar en tantos modos diferentes pero en vez he asistido a un pequeño milagro. Y me viene en mente que para acercar a los seres humanos seria suficiente asi siempre tres cosas solas: una patada en el cu...en el momento justo- de quien asume la responsabilidad de dartelo- la capacidad de pedir disculpas, una sonrisa intercambiada.

Bastaria poco, de verdad.

Bastaria recordarselo.

Aqui el post original

Sono su un treno regionale, sto andando a una presentazione del mio libro, fuori una pioggia obliqua cade contro i...

Pubblicato da Matteo Bussola su Sabato 21 luglio 2018
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