La fábula del helecho y el bambú que debes leer si te está costando trabajo
En la vida de cualquiera hay altos y bajos. Cuando estamos en un periodo feliz, se llega a todo y parece imposible que las cosas puedan ir de otra manera. En vez, cuando ocurre un momento no, nada va por el camino justo, nos preguntamos como ha sido posible terminar asi, casi no nos reconocemos mas a nosotros mismos. Son experiencias comunes y es normal tener dudas.
En realidad, todos los hombres, de todos los tiempos y de todos los lugares, han pasado. Lo demuestra esta antigua fabula oriental que invita a afrontar las implicaciones del destino con la sabiduría.
Habia una vez un carpintero que tenia una vida feliz: una mujer amorosa, dos maravillosos niños y un trabajo que daba sus frutos. A un cierto punto los negocios han comenzado a ir mal y parecia que siempre menos personas tuvieran necesidad de sus servicios. Un amigo le aconseja entonces de ir a ver un anciano sabio que vive en el corazon del bosque.
A la mañana siguiente, el carpintero parte a la busqueda del sabio y luego de muchas horas de camino, llega finalmente a la casa del anciano señor.
Peter van der Sluijs/Wikimedia
Viene recibido con afecto, el sabio le ofrece un tè y el carpintero le cuenta sus problemas. Luego de algunos minutos de silencio, el anciano sabio le pide al carpintero de seguirlo a su jardin de atras donde ha cultivado durante años con mucho cuidado.
"Te debo contar una historia" le dice el sabio "ves aquel helecho y aquel bambu en el centro del jardin?".
El carpintero asiente. "Lo he plantado hace muchos años, el mismo dia, y les he dado el mismo cuidado. Pero sus respuestas no han sido comparables."
El helecho ha crecido de inmediato fuerte y abundante, mientras del bambu no habia rastros.
Pasaron los años y yo continuaba a cuidar las plantas del mismo modo. Luego de cinco años se ha asomado un pequeño brote de bambu. De alli a pocos meses, la planta ha crecido mas alta y fuerte como el helecho, en un tiempo muy breve".
"Segun tu, porque?" pregunta el anciano al carpintero que no sabe como responder. "Te lo digo yo: porque por todos aquellos años el bambu estaba poniendo sus raices. Sabia sin embargo de tener necesidad por el camino que debia afrontar y se ha tomado todo el tiempo necesario para volverse grande y fuerte".
"Hay periodos que somos como el helecho: logramos inmediatamente aquello que queremos. Otros periodos estamos como el bambu: nos estamos preparando para tiempos mejores".
Tu ahora estas como el bambu pero aquello que estas pasando no es inutil: estas poniendo las raices para un futuro todavia mejor". El carpintero entiende y agradece al anciano sabio que, antes de despedirse, le recuerda una profunda verdad:
"Nada es por casualidad en la vida: La felicidad te mantiene dulce. Los tentativos te mantienen fuerte. Los dolores te mantienen humano. Las caidas te mantienen humilde. El exito te mantiene luminoso".
