Lleva al perro al hospital escondido en una valija asi su mujer enferma puede abrazarlo por ultima vez
Nuestros amigos animales, si bien hacen totalmente parte de nuestra vida, no siempre pueden acceder a todos los lugares que nosotros frecuentamos, sobre todo cuando se trata de hospitales. En muchas estructuras rige la regla "animales no permitidos", y obviamente no estamos aqui para criticar una eleccion del genero, que tiene seguramente validas raices higienicas.
Pero por otro lado, sin embargo, dada la gravedad de la situación, no logramos condenar el gesto "extremo" que un hombre compasivo ha hecho por su esposa gravemente enferma. Se lo contó a sí mismo, recopilando los comentarios movidos de miles de personas. Aquí están sus palabras.
via reddit.com
"Mi mujer estaba en el hospital luego de una intervencion quirurgica muy invasiva, pero que no habia dado los resultados esperados. El diagnostico no era bueno. Ella lograba hablar, pero no comia ni bebia solo iba adelante con el suero y los medicamentos contra el dolor. En un momento de lucidez, me ha convencido a llevarle escondido nuestro perro a su habitacion privada, cosa que pudiera verlo "por ultima vez".
Nuestro perro es una hembra de pastor australiano de 23 kg, y he descubierto en aquella situacion que entraba perfectamente en una valija. Lo he puesto adentro, dejando una parte aberta y nos hemos dirigido hacia el hospital. Cuando hemos llegado, le he "explicado" que habria abierto el cierre en pocos minutos, y que luego habria visto a su "mama".
Increiblemente, ella no ha hecho un respiro. No se ha lamentado, no ha ladrado ni una vez. Cuando han pasado cerca a la guardia de enfermeria, he dicho simplemente que estaba llevando almohadones a mi mujer. "Ningun problema", han dicho.
Cuando hemos entrado, mi mujer dormia. He abierto el cierre del bolso, el perro ha saltado de inmediato a su cama y se fue a estirar delicadamente cerca de ella, evitando en algun modo todos los tubos y los cables. Se ha posicionado en modo de poder mirar a mi mujer derecho a los ojos, y se ha quedado quieta, inmovil. Mi mujer se ha despertado minutos despues, y ha comenzado a lamentarse por el dolor.
El perro ha comenzado a lamerla haciendo dulcisimos lamentos delicados, como si supiese que ladrando lo habrian hecho descubrir. Mi mujer ha abrazado a nuestro perro por casi una hora, sonriendo todo ese tiempo. Hemos estado tambien desubiertod por una enfermera, pero la escena era tan conmovedora que nos ha prometido que no se lo habria dicho a ninguno. Cuando mi mujer se durmio nuevamente, he puesto de nuevo al perro en la valija y ella de nuevo no ha puesto resistencia.
Mi mujer nos ha dejado unos dias despues. Como si esto no fuese ya sufientemente desbastante, ahora, cada vez que tomo en la mano una valija, el perro cree que estamos de nuevo yendo hacia ella.