Un niño de 1 año entra en la piscina y nos demuestra como el haber aprendido a nadar puede salvarles la vida
Distraccion o fatalidad: tragedia evitable o menos. El ahogamiento de un niño en una piscina queda un evento tragico que golpea en lo profundo la sensibilidad de cada padre. Hacer frecuentar la piscina a los mas pequeños es una accion tan inocente como peligrosa, delante a la cual se necesita tomar las justas precauciones.
Una de estas, ademas de la mas eficaz, es enseñar al niño a nadar incluso en los primeros meses de vida: pensar cuantas tragedias se habrian podido evitar si por algun instante el pequeño hubiese estado flotando juste el tiempo para llamar la atencion de los padres.
No les estamos hablando de alguna cosa imposible: enseñar a los pequeños a nadar se puede y es tambien bastante simple.
Grace Fanelli es una mujer que vive en Florida, Estados Unidos y que ha decidido de tomar confianza con el agua a sus hijos desde el principio. Esto es para transmitirles el amor por la natacion, pero tambien para defenderse de una eventualidad que esta siempre detras del angulo.
Sus dos hijos han aprendido a nadar a los nueve meses: increible si se piensa en la movilidad y la capacidad de un bebè de menos de un año.
Ademas de las niñas, Grace tiene otro hijo mas pequeño que ahora tiene un año.
Claramente tambien èl es un prodigio de la natacion: en este video se lo ve entrar en la piscina y mostrar sus habilidades, instando de la mama que filma la escena.
El pequeño mete la cabeza bajo el agua, mueve las piernas para mantenerse flotando y para retomar aliento se gira poco despues sobre un lado: todo con extrema nonchalance, como si fuese alguna cosa natural.
Para querer ser precisos, el video ha sido girado a pocas semanas de cumplir su primer año!
Enseñar a los niños a nadar- como ven ya a pocos mese es posible hacerlo- es una decision que puede revelarse crucial y salvar vidas en desafortunadas situaciones: distracciones de la mama y del papa pueden ocurrir y son imprevisibles. El unico modo para intentar de evitar lo peor es hacer tomar confianza a los niños con el agua.