La felicidad no deriva de los bienes materiales que compras, sino de las experiencias que vives

por Patricia Zorzenon

31 Octubre 2018

La felicidad no deriva de los bienes materiales que compras, sino de las experiencias que vives
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Sentirse gratificado y satisfecho en nuestra sociedad es cada vez más difícil, y muchas veces pensamos de estarlo rodeandonos de bienes materiales. En realidad, sabemos bien que la sensación de paz interior que puede darnos comprar un nuevo videojuego o un par de zapatos es bastante efímera. Dura el momento en que traemos ese objeto a casa desde la tienda, luego termina y nuevamente sentimos la necesidad de sentirnos bien con otra cosa. Los viajes, y las experiencias en general, tienen la capacidad de satisfacernos de una manera mucho más profunda.

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Cuando llegamos al momento de decidir qué hacer con nuestras vacaciones, a veces nuestras opciones recaen en lugares donde podemos satisfacer a nuestra persona rodeados de todas las comodidades que creemos que necesitamos (y que también tienen un alto costo). Es preferible centrarse en las experiencias emocionales, que ciertamente permanecen grabadas en nuestra mente y nos dan todo lo que necesitamos: satisfacción interior.

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Desde este punto de vista, vivir una experiencia en medio de la naturaleza es la mejor alternativa para pasar bien sus vacaciones, lejos del caos urbano. Por otra parte, también son bastante economicas. Caminar en el bosque, montar en bicicleta y estirados en prados verdes, nadar en las aguas cristalinas de los lagos o el mar, son todas las actividades que no es necesario reservar o comprar, están disponibles para todos y no cuestan casi nada (a menos que que no quieras llegar a los destinos más exclusivos).

Además, son experiencias que pueden dar emociones únicas que no se pueden vivir en otros contextos. Observar el ambiente circundante es un tipo de actividad que desafortunadamente nos hemos olvidado de practicar, y un poco porque nuestra vida diaria nos impide hacerlo. Por lo tanto, es bueno, al menos en vacaciones, detenerse un momento y mirar alrededor, la naturaleza nos brinda paisajes de una belleza desconcertante, de los que no podemos prescindir.

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Vivir de las experiencias de este genero nos permite de recordar aquellas sensaciones por años. Y esta simplicidad a hacernos verdaderamente felices, gratificados de nosotros mismos y del mundo, no al hecho de gastar tanto dinero por tener bienes materiales al cual nos unimos artificialmente!

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