Una mamá no debe ser perfecta a toda costa frente a los ojos de los hijos: palabra del pediatra

por Patricia Zorzenon

03 Diciembre 2018

Una mamá no debe ser perfecta a toda costa frente a los ojos de los hijos: palabra del pediatra
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Es normal, cuando se convierte en madre se aspira a la perfeccion, con la intencion de no hacer faltar jamas nada al propio hijo. Pero pronto, llega algo a recordar que, no obstante la maternidad, se es siempre aquella mujer imperfecta de antes. Todo esto no es de condenar. A decirlo, ha sido primero el pediatra britanico Donald Winnicot, que tiene el merito de haber liberado a las mamas de la pesadisima carga de la perfeccion. 

Segun èl, el niño no tiene necesidad de una mama perfecta, sino de una madre suficientemente buena. Aqui esta el significado.

via psychologytoday.com

pixabay.com

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El objetivo de ser perfecta es una satisfaccion para la mujer, no para la mama y ni mucho menos para el niño. Los niños no tienen necesidad de padres perfectos o de una educacion perfecta: somos los primeros a enseñarles cuanto los errores sirven para crecer, mejorar. Asi entonces que la busqueda de la perfeccion, mas alla que es imposible, es tambien limitada: no permitir al niño de superar los errores de la mama y del papa, permitiendoles de ser mejor que ellos - que es la cosa que cada padre desa mas.

Pero quien es una madre suficientemente buena? Para Winnicott es una mujer autentica, verdadera, que se adapta al niño - y no viceversa. Para usar sus palabras es:

"Aquella madre que sabe concederse de retroceder y convertirse "pequeña, pequeña", como su niño, para poderse mejor sintonizar con èl, sobre su mundo interior y sobre sus necesidades. (...) es la mama que juega con su hijo disfrutando del juego que ella hace con èl y mas aun el comportamiento que esta presente, mayormente es la empatia con su hijo y èl en sintonia con ella".

Cada madre suficientemente buena esta dotada de un instinto que le permite de hacer la cosa mas justa en el momento justo para su hijo. Es una mama presente, afectuosa, que sabe fundirse con el alma del pequeño pero al mismo tiempo acompañarlo hacia la independencia. Basta esto para crecer niños sanos, con sus imperfecciones que sabran superar al tiempo debido.

La perfeccion aleja a la mama de su niño, de por si pequeños seres imperfectos que todavia tienen todo por aprender.

Para 

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