10 cosas que hago involuntariamente porque fui tratada mal muchas veces en el pasado
A furia de sufrir, de ser desilusionados, de ser abandonados es normal cambiar de comportamiento frente a la vida y las personas. Se vuelve un poco mas sensibles, cautos y porque no, realistas. Antes de tirarse de cabeza en el tema pesan tantas señales que en un tiempo se habrian subestimado, si hipotizan todas las implicaciones que puede tener una aventura y no solo aquellos que terminan con "y vivieron felices y contentos".
Estos son 10 comportamientos tipicos de las personas que han sido tratadas mal demasiadas veces en el pasado y ahora, por experiencia, se comportan en un modo que puede ser mal interpretado por egoismo: en verdad, es solo instinto a protegerse a si mismo, encerrarse a "erizo" para soportar mejor los golpes.
- Logramos a olfatear la maldad de las personas a kilometros de distancia: de personas malignas y aprovechadoras hemos conocido tantas, es porque igualmente es facil individualizarlas. Se comportan siempre en el mismo modo y con el tiempo hemos aprendido a no concederles ni siquiera un minuto de mas de nuestro tiempo.
- No revelamos nuestros sentimientos; no somos personas frias, es que con el tiempo hemos desarrollado aquella desconfianza que nos lleva a dar tiempo al tiempo. Probablemente, respecto a otras personas, se necesitara mas para descifrar nuestra personalidad, pero no faltaremos de abrirnos a las personas que merecen verdaderamente de entrar en nuestro corazon.
- La gentileza significa todo; dos personas pueden no estar de acuerdo, no es el fin del mundo, pero tambien en los casos de antipatia no deberia jamas faltar el respeto y la gentileza. Delante a una persona aspera e insensible no hay atraccion o simpatia que haya.
- Notamos todo el bien y el mal; con la experiencia hemos aprendido a no dejar afuera nada, ni el bien ni el mal. Cuando una relacion se convierte en algo frio nos damos cuenta desde la primera señal; lo mismo vale para los casos en que alguno haya decidido de tomarnos en broma y de mostrar una mascara.
5. A menudo el cerebro toma el sarten por el mango: Las veces que hemos actuado siguiendo el corazon y el instinto hemos sufrido. Es por eso que ahora nos imponemos de ser mas razonales y de usar mas el cerebro en una relacion. Pero a veces, los pensamientos toman el sarten por el mango y es este el momento en que nos convertimos en paranoicos. Las personas que nos rodean deben tener mucha paciencia; estamos buscando de recuperar el equlibrio entre mente y sentimientos.
6. Tenemos miedo de confiarnos: incluso cuando encontramos la persona que no traicionara jamas nuestra confianza, tenemos miedo de mostrarnos por aquello que somos. Esto no nos hace vivir en el modo justo muchas bellas ocasiones pero es dificil dejarse ir cuando las heridas todavia queman.
7. A menudo pensamos de no estar a la altura; ocurre muy frecuentemente que nos culpemos por alguna cosa que estuvo andando mal, un amor o una amistad. Llegamos a pensar que somos nosotros el problema, que no estamos en grado de relacionarnos con cualquier tipo de relacion. Nos esforzamos de recordar que, a menudo, el final de una relacion es "culpa" de ambas partes.
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8. No perdemos la esperanza; por cuantas hemos pasado, si hay alguna cosa que nos hace todavia sentir orgullosos de las personas que somos es el hecho de tener todavia esperanza para el futuro. Otros habian tirado la toalla, pero nosotros confiamos aun que aquellas personas que hemos encontrado son solo una pequeña parte de la humanidad que hay en el mundo.
9. Somos cautos por optimas razones; las personas nos dicen que nos deberiamos dejar ir mas, que basta ser positivos para vivir experiencias positivas. Lamentablemente, sabemos bien que no es siempre asi. En el pasado hemos entenddo que ser cautos no daña y que si alguna cosa es destinada a ir bien, lo hara tambien con un poco mas de tiempo.
10. Tenemos mucho, muchisimo de ofrecer a las personas: no obstante somos cautos y frios a veces, no vemos la hora de poder ofrecer a quien lo merece todo aquello que de bueno podemos ofrecer. No hemos perdido la capacidad de amar a la locura, de viir una fabula; propio porque hemos conocido el sufrimiento, sabemos cuanto es hermoso dejarse ir en los brazos de la persona que nos cuidan.