La pérdida de un padre es la pérdida de una parte de nosotros: nunca se es suficientemente adultos para afrontarla sin sufrir
No se es jamas lo suficientemente adultos para no sufrir por la muerte de un padre. No importa que ya se tenga una familia propia, un trabajo y una vida de llevar adelante, separada de aquella de los padres: dentro de nosotros continua a vivir aquel niño que no ve la hora de correr entre los brazos de la mama o del papa para sentirse al seguro.
La vida no es nunca la misma cuando un padre se va; en la mente de quien se queda afloran, pensamientos, sentidos de culpa, tristeza y recuerdos. En un momento no estan mas aquellas personas que en algun modo definian quien somos.
via latimes.com
Es una sensacion comun a muchas personas que pierden uno o ambos padres la de sentirse repentinamente vacios, inconsistentes. El motivo por el cual a menudo se siente asi luego de un evento parecido es porque viene a faltar de verdad una cosa que nos hacia sentir llenos, estables, con un motivo.
La muerte es diferente de todas las otras ausencias que pueden haber existido anteriormente; no es una cuestion de dias, de meses o de años. No tendremos nunca mas la oportunidad de hablar con los padres que se van, de reir de sus fijaciones o de enojarse por sus excesivas preocupaciones.
Hay quien dice que nos deberiamos esforzar en aceptar la muerte de un padre; pero es imposible lograrlo. Al maximo nos hacemos la costumbre y un vacio siempre mas en expansion. No es solo una persona que se va; es un pedazo de nosotros que no encontraremos nunca mas, de la cual estaremos privados para siempre. Aqui es que entonces se entiende la importancia de disfrutar a los padres dia a dia; cuando ya es demasiado tarde para remediarlo.
Los hijos se encuentran grandes repentinamente y no dandose cuenta que los años han pasado para ellos como para los padres, pensando que el dia en que vengan a faltar esta todavia muy lejano. En la mente de un hijo la figura del padre queda siempre aquella de la infancia, cuando la mama y el papa eran jovenes, con fuerza y salud. Es un poco esconderse a si mismo la verdad que tambien ellos envejecen y antes o despues se van.
Luego, aquel dia llega y no esta jamas preparado lo suficiente para digerirlo como se deberia; ni siquiera luego de una larga enfermedad aquel dia llega como consecuencia natural.
Podra parecer vanal repetirlo, pero es verdad el unico remedio para hacer de modo que la muerte de un padre se afronte sin sentido de culpa; vivanlos hasta lo ultimo, no hagan en modo que vuestra vida los aleje de ellos mas de lo normal. Cuando adviertan que entre ustedes y los padres se crea una distancia, hagan de todo para llenarla de nuevo!
