En vez de perder tiempo a odiar quien te quiere mal, dedicate a amar quien te quiere bien
No desperdiciamos nuestro tiempo y energias alimentando odio hacia quien no desea nuestro bien, sino mas bien, concentrandonos sobre amar a quien nos ama de verdad. El odio y el rencor son dos enemigos persistentes, que a menudo invaden nuestras mentes, haciendolas caer en trampas hechas de emociones negativas y autodestructivas.
A menudo se esta acostumbrado a decir que "El odio es lo opuesto del amor" cuando, en vez, no es del todo cierto. Odiar es un ejercicio privado, pero cruel, un instinto primitivo, en donde se entre cruzan diferentes emociones: desde la rabia, a la humillacion, a la aversion. El odio puede inducirnos a dejar de dar la prioridad a aquello que es de verdad importante, como nuestro equilibrio o las personas que nos aman.
El odio es la muerte de la inteligencia.
Ya sea Aristoteles que Sigmund Freud definieron el odio como un estado en que esta presente el sentimiento de violencia y aniquilamiento. Martin Lugher King hablo de estas emociones como una noche sin estrellas, en donde el ser humano pierde cada orientacion.
El odio no es ciego, posee un objetivo concreto, una victima, un conjunto de personas o incluso de valores que no se comparten. Segun esta perspectiva, muchas personas llegan a despreciar a otras porque ven en ellas determinadas virtudes en donde se sienten privadas.
Un estudio publicado sobre la revista "Association for psychological science" en el 2014 ha buscado de estudiar cuales son los tipos de odio mas comun y a cual edad se asoman en la mente de un niño.
El primer dato relevante es que el odio mas intenso se genera casi siempre hacia personas cerca a nosotros, en particular familiares o colegas de trabajo.
Por cuanto respecta la aparicion del odio, en general se puede colocar alrededor de los 12 años. En el estudio esta emocion viene presentada como un elemento muy personal: el odio mas verdadero se proyecta casi siempre hacia personas concretas del propio circulo intimo.
El mismo Buda dice: "Quien nos hace enojar nos domina". Esto significa que aquello que despierta en nosotros el odio y el rencor nos hace prisioneros de una emocion que se expande con la misma intensidad y negatividad.
En un mundo lleno de odio debemos tener el coraje de perdonar, el coraje de soñar. Ninguno merece una existencia de prisioner y de vivir infeliz porque esta impregnado del odio.
Pero como podemos liberarnos de la trampa del odio?
El odio no es ciego, por lo tanto poseemos racionalizar y controlar estos pensamientos. El modo mas directo y logico para resolver el odio, es explotar con las personas que lo han generado, buscando un enfrentamiento. No podemos estar seguros que la otra persona comprendera, pero en el fondo no nos importa: lo importante es no criar rencor, que termina por desgastarnos.
Despues de esta erupcion, debemos delimitar un final, un adios, liberandonos de este vinculo de malestar a traves del perdon, si es posible, aceptando la disonancia, sin permitir que nada arruine nuestra calma y nuestra autoestima.
Apaguemos la voz del rencor y encendamos el amor de nuestros seres queridos y la pasion por aquello que nos hace feliz. La vida es asi de bella...es de verdad una pena emplearla para odiar!