Basta con la obsesión por las notas: la escuela debe enseñar antes de todo la colaboracion
La escuela tiene un rol fundamental en la educación de los niños; pero no solo por las materias y las nociones que los jóvenes tienen el deber y la posibilidad de estudiar.
Sin embargo, ella representa una primera forma de comunidad, con miembros extraños al grupo familiar y decididamente mas amplia de la familia; por lo tanto es un primer gimnasio social, en donde los niños desarrollan la capacidad de construir relaciones interpersonales, aprendiendo aquellos comportamientos y actitudes que favorecen una pacífica convivencia.
En consecuencia, las escuelas deberían negarse a promover un modelo social competitivo, optando en su lugar por una que se centra en la colaboración.
US Department of Education/flickr
No obstante la mayor parte de los maestros sea conciente de la importancia de la colaboracion,la escuela a menudo se inclina por un modelo competitivo - a vees tambien en manera involuntaria. Son un ejemplo estas dos tendencias, que irian oportunamente revisadas, restableciendo la didactica sobre la base del principio de colaboracion.
El primer caso esta representado de las pruebas a puntaje estandarizado: nacidos para obtener datos uniformes sobre el territorio naconal - sobre base de los cuales planificar luego politicas e intervenciones educativas - tales test son a menudo percibidos como una competicion entre los alumnos y las escuelas, que los perciben como una carrera con un puntaje. Vista la importancia de este tipo de pruebas, es importante cambiar mas que otra el esteretipo y la percepcion que los rodean.
En segundo lugar, se podría argumentar que incluso los votos incentivan un sistema tan competitivo (y esto tomaría la pausa de Montessori). En realidad, a menudo el problema es generado por los padres, que desean conocer no solo el resultado del niño, sino también los de sus compañeros de clase: el niño, de hecho, debe ser el mejor, o al menos uno de los primeros. De esta manera, alientan a los niños a percibir la escuela y el estudio como un sistema de comparaciones y clasificaciones.
Mientras esperamos que las instituciones escolares tomen este giro de principio necesario, comenzamos poco a poco, en casa, para promover la colaboración, abandonando ciertos malos hábitos para destacar a toda costa. No olvidemos que muchas personas que cambiaron la historia con sus descubrimientos no fueron absolutamente las mejores en la escuela.