La palabra del samurai, que nos enseña a tratar con indiferencia a las personas que buscan siempre el conflicto
Todos en nuestra vida hemos conocido personas movidas solo de insatisfacciones, rabia frustracion. Estas personas, a veces, buscan de liberarse de parte de parte de su carga derramándola sobre las demás. Es importante evitar de caer victimas de esta provoccion, bajandose a su nivel. Resistir a las insistencias y a sus ataques hace de nosotros personas equilibradas y seguras de los valores que poseemos.
Hace mucho tiempo vivia un venerable Samurai muy respetado por las numerosas batallas vencidas. Incluso si su estacion dde guerrero ya se habia cerrado, se narraba que era todavia capaz de desafiar a cualquier adversario.
Un dia fue a èl un guerrero muy arrogante, conocido por provocar al adversario hasta despertar su rabia y obligarlo a golpear a ciegas. Gracias a esta tecnica, el guerrero habia siempre vencido a sus enemigos. Pero entre estos faltaba el viejo Samurai.
El guerrero comenzo a insultar al sabio Samurai, lanzandole piedras y escupiendole en la cara. Pero el Samurai, calmo e impasible, no reaccionaba. Llego la noche y luego de horas de intentos, el guerrero, cansado y humillado, renuncio a desafiar al viejo.
Los discipulos del Samurai no tenian paz al ver al sabio sin reaccion y lo consideraban un cobarde: "Maestro, ¿cómo pudiste mostrarte tan indigno? ¿Por qué no atacaste con tu espada en lugar de comportarte de una manera tan vil?
El viejo Samurai responde:
"Si alguno les da un regalo y no lo aceptan, a quien pertenece el regalo?"
"A la persona que lo ha llevado", responden los alumnos.
"Bien, entonces lo mismo vale para la rabia, los insultos y el desprecio. Cuando no son aceptados, continuan a pertenecer a quien lo ha llevado consigo" concluye el sabio.
Esta parabola nos sugiere el mejor modo de reaccionar delante a quien tiene la intencion de burlarse de nosotros, llevandonos a comportarnos impulsivamente. Siguiendo las enseñanzas del sabio podremos continuar a vivir serenos, incluso no pasando por cobardes sumisos. Delante a ciertos comportamientos, la indiferencia es la mejor arma para presumir.