Los niños con carencia afectiva muestran en general estos 3 comportamientos
El amor permite a un bebè de crecer sano y seguro, construyendo una personalidad solida y aprendiendo como comportarse en las diferentes situaciones de la vida. El afecto no va confundido con las simples "manifestaciones de afecto", o sea gestos visibles y reconocibles incluso en lo externo y de un extraño. La afectividad verdadera esta hecha de un profundo contacto no solo fisico sino tambien emocional, de sinceridad y confianza. La familia es para el bebè el primer acercamiento a la sociedad que lo espera. En la propia casa, de los propios padres y parientes que el pequeño aprendera que cosa esperarse del mundo externo.
Cuando emergen las carencias afectivas significa que la relacion entre hijos y padres funciona mal y que estos ultimos no conocen o no saben dar aquello de la cual los niños tienen verdaderamente necesidad. La receta para una infancia feliz en el fondo es mas bien simple, basta que el bebè sea nutrido, protegido y amado. Incluso mientras la falta de comida se manifiesta en manera evidente, aquella de afecto es mucho mas dificil de individualizar. Aqui algunas señales a la cual prestar atencion.
1. El niño se aisla o manifiesta rabia. El modo con la cual nos relacionamos con los demas dice mucho de nosotros. Instaurar en su mayoria relaciones conflictivos o el opuesto evitarlos del todo es la prueba que alguna cosa no va. La escasa "habilidad social" determina interacciones disfuncionales porque no se sabe como actuar, en otros casos, directamente o indirectamente el aislamiento. Puede parecer que este tipo de niños tenga poco respeto por las emociones de los demas cuando en realidad simplemente "no las entienden". El resultado sera probar sentimientos de frustracion y de rabia.
2. El niño muestra inseguridad. un niño que no ha tenido suficiente afecto en muchos casos crece mas que timido, inseguro. Algunas estrategias comunes son la de evitar los conflictos y las situaciones dificiles, estar constantemente sobre la defensiva o tener la obsesion del control. Por otro lado, la inseguridad puede manifestarse con ostentación de bravata, por lo que muchos niños pueden adoptar un comportamiento que oculta su fragilidad detrás de una fuerza falsa.
3. El niño no sabe controlar las propias emociones. Un niño crecido en un ambiente afectivo pobre tendra dificultad a reconocer las emociones, por esto a comprenderlas y entonces a controlarlas. Inevitable sera entonces, menor consideracion y respeto por las normas sociales, ademas a la insuficiencia en comportarse con los demás. No saber cómo identificar y codificar emociones una vez que un adulto puede desarrollar dificultades en las relaciones debido a la falta de empatía.
Demasiado a menudo distraidos o concentrados solo sobre aquello que quieren creer, los adultos tienden a ignorar todas estas señales, dando por descontado que los propios hijos son serenos, sanos y felices. A veces basta solo detenerse un instante a "mirar y no solo ver" para darse cuenta de un problema y resolverlo con la comunicacion y el amor.
