A veces decimos de estar cansados, pero la realidad es que estamos tristes
Cada tanto aparecen dias en donde nos sentimos permanentemente cansados, y cada gesto nos parece ser mas pesado, como por reflejo, incluso los dias nos parecen apagados, ausentes de significados. Podemos ir al doctor para buscar la causa organica, imaginando una falta de vitamina o una patologia, pero sin detectar nada fuera de lo normal.
Comprendamos entonces que se trata de tristeza: cuando esta nos invade, de hecho, la concebimos como una cosa de patologico de la cual deberiamos liberarnos cuanto antes.
Incluso, no existen farmacos que puedan sacarla; mientras esta emoción no se extienda a lo largo del tiempo interfiriendo con nuestra vida, la tristeza, que no debe confundirse con la depresión, representa una oportunidad para crecer como personas.
Nuestro estado emocional está regulado por el cerebro: en particular, es la amígdala la que nos hace experimentar este sentimiento de inactividad y agotamiento físico. Una caída de energía que tiene un propósito claro: fomentar la introspección. En esos casos, de hecho, el cerebro sugiere que ha llegado el momento de detenerse y reflexionar sobre ciertos aspectos de nuestras vidas, que probablemente debemos cambiar.
Por lo tanto, es indispensable prestar atencion a esta emocion, porque nos enseña un malestar que, si es ignorado, puede con el tiempo transformarse en un problema mucho mas difiil de gestionar y resolver.
Lejos de despreciarla, la tristeza tiene tres virtudes que debemos aprender a reconocer y aceptar: veamos cuáles.
- 1. Es un advertimiento. La perdida de energia, el cansancio y la falta de recursos mentales son solo los sintomas de la incomodidad que concierne a la necesidad de cambiar algo en nuestra vida: debemos entender qué cosa, reflexionar.
- 2. Es el resultado de un rechazo. A veces, por cuanto la razon continue susurrandolo, nos encaprichamos en no quererla escuchar, y a no aceptar el hecho de tener que cambiar alguna cosa - una relacion, un trabajo, etc.
- 3. Es un instinto de conservacion. La tristeza, a traves del cansancio, nos invita a tomarnos una pausa, alejandonos de la conmocion cotidiana para comprender que cosa hay que no va en nuestra vida. Solo respondiendo a este apelo del cuerpo podemos salvaguardar nuestra autoestima e integridad mental.
El cambio en la vida es inevitable y sano: antes lo aceptemos aprenderemos a reconocer las señales y mejor podremos disfrutar de nuestra existencia.
