Mi perro no es mi "animal domestico", es parte de mi familia
Tener un perro o un gato no significa solo "poseer" un animal domestico, sino alargar la propia familia. Quien jamas ha tenido un amigo de 4 patas se siente a menudo repetir de no saber de verdad que cosa quiere decir ser amados en modo totalmente puro y desinteresado. Comprender este discurso es todavia mas dificil si se considera la familia como un núcleo social unido esencialmente de vínculos y relaciones de parentesco.
No siempre los lazos de sangre bastan para definir una familia porque esto requiere de relaciones afectivas auténticas, de compartir y de reciprocidad. Todos estos elementos hechos de profunda emotividad son exactamente aquello que hace a un perro o un gato miembro de la familia a pleno título.
Cuando un animal domestico entra en nuestra casa entra tambien en nuestra vida, nosotros lo adoptamos a èl y èl nos adopta a nosotros. Nuestro mundo cambia porque descubrimos de ser el centro de ellos, de su atencion y de su amor. Gatos y perros son criaturas sinceras y simples, no comprenden nuestra complejidad y inconstancia, no obstante aquello saben leer dentro de nosotros mas de cuanto imaginamos. Tomar cuidado de ellos es una responsabilidad pero aquello que recibimos a cambio es un regalo mucho mas grande. Tienen la capacidad de sacar afuera lo mejor de nosotros, saben consolarnos cuando estamos tristes y serenarnos cuando estamos preocupados.
Para nuestro gato o para nuestro perro somos unicos y siempre los mismos, no importa si estamos de buen o mal humor, si hemos tenido un mal dia o uno bueno. En cada momento saben estar cerca, son nuestros confidentes silenciosos y no nos juzgan jamas. De nuestros animales domesticos aprendemos que cosa quiere decir vivir el presente, porque "ayer no esta màs" y mañana "no esta todavia", quieren solo estar con nosotros y vernos siempre felices.
Nuestros amigos de 4 patas piden de verdad poco frente a aquello que saben dar. Basta un poco de comida y alguna caricia para recibir una avalancha de afecto, como la alegria desbordante que nos acoje cada vez que volvemos a casa. Son los mas fieles compañeros de aventura y desventura, no nos abandonaran jamas, tendran siempre tiempo para nosotros y ocuparan la parte mejor de nuestro corazon.