Los ancianos con Alzheimer no pierden la capacidad de reconocer una caricia: no la hagamos jamas faltar
El Alzheimer es una enfermedad todavía hoy poco conocida y sobre la cual se multiplican por eso falsas informaciones y prejuicios. Se considera, por ejemplo, que conduce a los afectados a desconectarse del mundo exterior para vivir en su propia dimensión interna e irreal.
Todavía, investigando mejor el interior e esta dimensión, descubriremos que un enfermo de Alzheimer tiene miedo del mundo que lo rodea, porque no logra expresar aquello de lo cual tiene necesidad, aquello que siente, a las personas que ve. Un terror de la realidad cotidiana al cual necesita responder con empatía, amor y comprensión.
Recientemente se fueron difundiendo modelos terapeuticos que - en virtud del principio de dignidad del enfermo - se focalizan sobre la persona y en consecuencia, ponen énfasis sobre la comunicacion y el contacto. Parece de hecho indispensable entrar en empatia con la realidd interior del enfermo, desde un lado para buscar de tenerlo anclado a su identidad, del otro porque quien le esta alrededor -parientes, asistentes sanitarios -simpatice hacia aquellos trastornos de conducta típicos de quienes padecen Alzheimer.
El objetivo es proporcionar seguridad y fortaleza a los enfermos para que se sientan capaces de expresar sus sentimientos, protegiendo así su dignidad. Solo reconociendo la validez de su estado de ánimo, sus emociones, estas personas pueden sentir que existen, que son aceptadas y, por lo tanto, deben ser estimuladas a externalizar.
Sin embargo, no obstante su capacidad de expresar verbalmente se reduce progresivamente, no significa que los enfermos de Alzheimer no sientan la necesidad de comunicar. Por eso espera a quien lo rodea y esta bien conectarse con su estado mental y sintonizarse con sus sentimientos.
A este objetivo puede revelarse util, por ejemplo,el uso de canciones que son familiares para el paciente de Alzheimer: se muestra, de hecho, que reacciona de una manera variada, desde un cambio de posición, a un sonido, a una respuesta verbal, revelando cómo, enojada de su enfermedad, sea la persona que recordamos que está siempre presente.
No dejemos de amar a nuestros queridos pacientes de Alzheimer: no importa cuando no nos reconozcan, ¡no dejarán de reconocer el amor que se les dirige!
