Niños: nada de celulares antes de los 10 años, palabra de pediatras
Italia no tenia cierta necesidad de otro primate discutible, incluso también en el hecho de uso de los Smartphone está al primer puesto en Europa. El aspecto más alarmante es que la edad media de los poseedores de celulares disminuye constantemente, así que siempre más temprano los niños comienzan a usarlos y lamentablemente también abusando de ellos. A llamar la atención sobre la cuestión es la Sociedad italiana de Pediatría Preventiva y Social que subraya como la exposición excesiva a las ondas magnéticas de los aparatos electrónicos puede causar daños al organismo, especialmente a aquellos de los individuos en crecimiento. A tal propósito los especialistas han lanzado la propuesta de prohibir el uso del celular al menos hasta los 10 años de edad.
Al estado actual no se poseen suficientes datos científicos para probar cuales y cuantas son las consecuencias del uso indiscriminado de dispositivos móviles, pero la situación es igualmente preocupante. En general, se sabe que la interacción del organismo con un campo electromagnético provoca reacciones como el aumento de la temperatura basal como una activación natural del sistema biológico.Cuando este mecanismo de adaptación térmica prolonga demasiado tiempo, se produce la necrosis y la muerte de las células. Los niños tienen tejidos y sistemas esqueléticos que aún no están completamente formados, por lo que no están tan protegidos como lo podría ser un adulto. Mantener el teléfono inteligente cerca de la oreja o demasiado cerca de la cabeza durante mucho tiempo expone al cerebro a grandes dosis de electromagnetismo y sustancialmente "cocina" un poco como el principio con el que funcionan los hornos de microondas.
Además de los efectos secundarios potenciales desde un punto de vista físico, el abuso tecnológico también causa efectos perjudiciales desde un punto de vista psicológico. El resultado es el desarrollo de formas de dependencia similares a las del alcohol, las drogas y el tabaquismo. En muchos casos, se han observado comportamientos agresivos, trastornos del sueño y problemas de visión asociados con el uso excesivo de teléfonos móviles.
Por último, pero no menos importante, se encontraron menos habilidades sociales en los niños de hoy, que transcurren horas chateando en redes sociales aislándose del resto del entorno en lugar de interactuar con sus compañeros. La prueba clara es que en grupos más o menos numerosos de jóvenes que se sientan en la misma mesa, en lugar de hablar entre ellos, están con la cabeza baja y los ojos fijos en las pantallas de sus teléfonos.
