Los niños no "se pierden" en la calle, pero entre las paredes de casa si
El ambiente familiar tiene una influencia determinante sobre el desarrollo intelectual y emocional de los más pequeños. Pueden haber también casos de adolescentes sanos crecidos en familias disfuncionales o de niños problemáticos que viven en casas llenas de amor y de armonía, incluso para más estas son "excepciones a la regla". En la mayor parte de los casos el individuo es el producto del contexto de la cual hace parte, por lo que debe ser desadaptado en el mundo externo implica que alguna cosa no esta funcionando en el interior de las paredes domésticas.
Las instituciones escolares tienen seguramente deber de guiar y de educar a los jóvenes, pero es la familia a tener la tarea de instalar en sus mentes los valores de base del respeto, de la empatía, de lo justo y equivocado. A menudo cuando la escuela "manda a llamar" a los padres para reprenderlos sobre particulares comportamientos de los propios hijos, ellos reaccionan negativamente, con rigidez y encierro. Viene de pensar que se pone en discusión el afecto o la capacidad de criar descendencias. Ignorar o rechazar un consejo, un punto de vista externo, quiere decir negar la propia responsabilidad, excluir la posibilidad de mejorar.
En cambio es necesario que entre padres y maestros se instaure una verdadera y propia alianza, una colaboracion que tiene el objetivo de cuidar el crecimiento de los jovenes, sea dentro que fuera de la clase. Una madre o un padre que boicotean el trabajo de un educador alimentan el malestar del niño y hacen que continuamente se "pierdan". El limite de la escuela es que frecuentemente los niños y los adolescentes la identifican como una organización despótica, que impone obligaciones y reglas inutiles y aburridas. Quien entra en juego es el rol de la familia, en buscar de hacer comprender mejor las razones y el valor positivo de una buena instruccion, de respeto y de buena convivencia social.
La verdadera guia no son solo las ordenes, las instrucciones, los "si" y los "no" segun las exigencias. El amor, la paciencia y la comprension son los ingredientes para nutrir una personalidad sana, un niño feliz antes sera un adulto "resuelto" luego.
