Las 10 campanadas de alarma de una relación abusiva que muchas personas ignoran
A menudo de los medios se viene a conocer de casos de violencia física doméstica y de cómo estas situaciones por desgracia llegan a trágicas conclusiones. Menos evidentes y más insidiosos son los casos de violencia verbal, considerada a veces erróneamente "menos graves", pero casi siempre campanadas de alarma de graves peligros en el horizonte. Aquí el identikit de violentos verbales, para reconocerlos y correr al reparo antes que sea demasiado tarde.
Dan siempre la culpa a la pareja. Todos cometen los errores pero cuando en la pareja es solo uno a promover las acusaciones mientras que el otro siempre debe disculparse continuamente, está claro que algo no está funcionando.
Humillan a su propia mitad delante a los demas. Que se trate de razonables acusaciones o de una critica gratuita algunos individuos tienden a "lavar los paños en publico", mas que afrontar y discutir un problema en la intimidad de la esfera privada.
Con ellos se necesita hacer pesar cada palabra. Las palabras cuentan y es bueno ser concientes de aquello que se esta por decir. Diferente es sin embargo cuando por el miedo de gritar la extrema susceptibilidad de quien esta junto a nosotros nos reprime, nos bloquea, pensando a cual puede ser la version mejor para evitar de desencadenar su colera.
Son exageradamente celosos. Un poco de celos en una relacion no estropea pero las cosas cambian cuando se convierte en algo obsesivo, sin motivacion y cuando desencadena reacciones exageradas hasta llegar a la violencia verbal.
Usan comentarios incorrectos y cortantes. La ironia esta bien, el sarcasmo no, especialmente cuando el objetivo de herir o encuadrar un comportamiento generalizandolo con lugares comunes ofensivos e inoportunos.
Buscan de poner en discusion la sanidad mental del otro. A veces los individuos mas desviados y manipuladores distorsionan los eventos hasta el punto de dudar de quienes están cerca de él en su propia memoria, haciéndolos sentir como si estuvieran perdiendo contacto con la realidad.
Utilizan amenazas sutiles y chantajes mentales. Estas son estrategias psicológicas para mantener a su pareja de "rehén", ejerciendo así una forma de control sobre las acciones presentes y futuras.
Si parece reconocer en su pareja una o más de estas características, es bueno no seguir por ignorar el problema, pedir ayuda, intentar salvar la relación pero, sobre todo, protegerse.