Tener un perro es el regalo mas bello que podemos hacernos a nosotros mismos y a nuestra familia
Usando la frase del famoso proverbio se podria decir que quien encuentra un amigo "de 4 patas", encuentra un tesoro. Quien tiene o ha tenido un perro en la propia vida no cambiaría todo el oro del mundo por los momentos que estas extraordinarias criaturas le regalan y le dan. Son capaces de darnos amor incondicional, pueden entenderse entre sí con una sola mirada y conocer nuestro estado de ánimo mejor que nosotros mismos. Somos todos su mundo, nos hacen sentir únicos y especiales, llenan nuestra vida de alegría y logran hacernos sonreír de nuevo incluso en momentos tristes.
via akc.org
Por cuanto podamos domesticar un perro, tambien èl con su modo de ser tierno y jugueton termina por "domesticarnos a nosotros". Imaginando por un momento de estar en la cabecita peluda de nuestro fiel compañero de aventuras, esto es lo que se diria si pudiera dictar "sus reglas" de convivencia:
- Nunca me encierres solo en una habitación
- Déjame salir cada vez que te lo pida, incluso si acabo de volver.
- Si algo cae al suelo es mío.
- Renuncia a no volver a estar solo cuando vayas al baño
- No me digas que deje de ladrar, si lo hago, siempre hay una razón.
- Tienes que dejarme probar todo lo que comes.
- Ríndete, dormiré en cualquier lugar de la casa, especialmente donde no quieras
- Nunca dejarás una habitación sin mí.
Tener un animal domestico, que se trate de un gato, de un perro u otro, es seguramente una responsabilidad, requiere atencion, costos, algun sacrificio y ser un poco menos "libres". Todas esto sin embargo, son de verdad pequeñas renuncias frente a la riqueza emocional, al amor, al consuelo, a la serenidad y a la felicidad que nuestros amigos de 4 patas saben donarnos. Todas las vacaciones postergadas, el dinero gastado, los sillones mordidos y los muebles rotos no valen la belleza de recibir una fecto tan grande.