Estas son algunas señales que pueden revelar una vida de pareja infeliz
Casi todas las parejas antes o después se encuentran afrontando un periodo de crisis. La pasión con los años tiende a bajar, los problemas y la rutina cotidiana toman el lugar de la alegria y de la complicidad. Mantener vivo el fuego del amor no obstante todo es de verdad una tarea dificil, pero no imposible. Existen sin embargo las campanas de alarma que pueden ayudar a revelar que alguna cosa no funciona. Aqui las señales típicas de una relación infeliz.
via insider.com
Estar juntos simpre de menos. No cuenta solo vivir en la misma casa, el tiempo de pasar juntos no se mide en cantidad sino en calidad.
Decirse mentiras. La sinceridad es la columna importante de cada relacion sana, cuando se comienza a mentir se crea una grieta que pronto o mas tarde podra romper la union que los mantenia unidos.
Mirar la tv en silencio. En una pareja en crisis uno de los elementos mas carentes es la comunicacion. A un cierto punto se deja de hablar y de contarse los episodios del dia, quedando callados y fijar la pantalla. Tambien una cosa trivial como mirar un film o un programa juntos puede ser de hecho un momento de relax de compartir juntos uno al otro.
Limitar las manifestaciones de afecto. Besos y abrazos son fundamentales tanto en la intimidad como en la vida cotidiana. Cada efusion es diferente para la intensidad y significado en base al contexto y al momento. Reducir o eliminar del todo esta costumbre equivale a haer faltar amor, sosten, placer o complicidad.
Pelear demasiado a menudo. El dicho segun la cual en amor se deba tambien pelear vale hasta un cierto punto. Cuando en una pareja se tiende a dirigirse casi siempre en modo agresivo y desencontrado se crea solo malestar, ansia y tristeza.
Cada relación es un mundo en sí misma y no es fácil preservar la armonía y la serenidad. Pero la clave de todo es la voluntad mutua de estar juntos. El amor, más allá de las imágenes poéticas del cine o las canciones, es básicamente un gran trabajo en equipo.
Para no perder o desvanecer esos sentimientos que han dado origen a una historia, debemos proteger los pequeños gestos y hábitos, nunca dar por sentado, nunca dejar de recordar la belleza y la buena fortuna de haberse conocido.
Solo de esta manera se puede continuar sosteniendo las manos a pesar de la fatiga, las arrugas y el tiempo.