El triste evento de los niños de Lidice, que emocionan a cualquiera que los mire a los ojos
La historia por desgracia a menudo viene escrita con la sangre de los inocentes, sin que haya suficientes coartadas, por qué y justificaciones. Los dos conflictos globales en solo 8 años efectivos de enfrentamientos han señado el entero Novecientos llevando ruina y destrucción a la existencia de millones de personas. Este el el cuento de los niños de Lidice, un episodio que no obstante no haya un final feliz debe servir a enseñar a todos el valor de la vida.
via Lidice Massacre
La historia tiene lugar durante la Segunda Guerra Mundial en la pequeña ciudad de Lidice, en Checoslovaquia no todavia convertida en la Republica Checa. El 27 de mayo de 1942 un grupo de guerrilleros asalto el tren sobre la cual viajaba el general Reinhard Heydrich, uno de los mas potentes jerarcas nazi. El alto oficial alemán murió pocos dias despues a causa de las heridas recibidas en el atentado.
Como accion de represalia el 10 de Junio el pueblo de Lidice, ya bajo el control de Alemania, viene demolida al suelo y sus habitantes fucilados o deportados. Fueron asesinados en total 173 de los 16 años en adelante, mientras las 184 mujeres fueron enviadas a los campos de concentracion de Ravensbrück e Auschwitz. En Lidice quedaban asi 99 niños de edades comprendidas entre 1 y 16 años, que fueron enviados a trabajar a la fabrica textil de Lodz.
Con posterioridad se decide que 17 de ellos habrian sido adoptados a familias alemanas para ser "alemanizados". Los 82 niños que quedaron fueron enviados a los campos de exterminio de Chełmno. Sobre 184 madrs enviados a los campos de concentracion sobrevivieron 153, pero solo aquellas de los 17 niños adoptados de familias alemanas lograron a volver a abrazar a los propios hijos.
Mientras tanto, Lidice había sido cancelada de los mapas, hasta que en 1949 se decidió dar paso a su reconstrucción cerca de las ruinas de la antigua aldea.
En recuerdo de los 82 niños victimas del exterminio nazi la artista Checa Marie Uchytilová ha esculpido un grupo de estatuas votivas en un trabajo que duró más de 20 años. Desafortunadamente, la mujer desapareció antes de completar el trabajo pero otros escultores locales pudieron terminarlo.
Hoy, si se visita la ciudad de Lidice, puede visitar el museo de la memoria y observar aquellas estatuas de tamaño natural. Las caras de esas figuras son de una expresividad impresionante, con una mirada que parece implorar solo que nunca se repita esta barbarie absurda.
