Los niños que van a la cama tarde sufren de más trastornos, palabra del psiquiatra
En un tiempo estaba la regla que después de la cena los niños iban de inmediato a la cama: si se considera que se comía mucho antes de cuanto se hace ahora, no hace falta decir que los pequeños se encontraban bajo las sábanas bastante temprano.
Aquella regla impuesta un poco también para dar a los adultos mas tiempo libre luego de una cierta hora tiene sin embargo también una gran importancia para la salud y el crecimiento de los mas pequeños. Los psiquiatras sin embargo han observado una mayor incidencia de trastornos de ansia y estrés en los niños que tienen la costumbre de acostarse tarde.
Por desgracia las consecuencias han modificado sensiblemente los ritmos de vida de todos los miembros de la familia. Los niños van a dormir siempre as tarde, atareados con demasiadas distracciones, entre la pc, tablet, smartphone y la querida vieja television. Incluso acostumbrar a los hijos a ir a la cama temprano es fundamental para su desarrollo psicofisico.
La hormona del crecimiento se activa principalmente a la noche pero actua con efectividad en la cuarta fase del sueño. En consecuencia mas tarde el niño se duerme, menos tiempo tiene esta hormona para funcionar adecuadamente. La justa cantidad de sueño parece contribuir positivamente en la prevencion de patologias degenerativas del cerebro como el Alzeimre.
Como se hace entonces para educar mejor a los mas pequeños? Simple, basta dar el buen ejemplo. es dificil imponer el toque de quedas si practicamente cualquier otro en casa esta despierto y todas las luces estan todavia prendidas. Tambien la eleccion del tipo de iluminacion es importante porque la luz amarilla es cálida y relajante, aquella blanca es fria e inhibe la hormona del sueño, la melatonina.
No por casualidad la luz de los aparatos electronicos es blanca, entonces mejor no dejar jugar a los niños con el I'iPad antes de dormir. Lo mismo vale para los grandes, por lo cual desvelarse en plena noche para leer un mensaje hace mas dificil retomar el sueño.
Desde este punto de vista, sería saludable, tanto para niños como para adultos, transformar la casa en un entorno libre de estrés, en un lugar acogedor que mejore la calidad de vida. A lo largo del día, el mundo exterior absorbe la mayoría de nuestros recursos al someternos a pruebas grandes y pequeñas.
Una vez que haya regresado de la escuela o del trabajo, sería mejor limitar todos esos estímulos que continuan a mantenernos en un estado de atención constante, reduciendo la velocidad y reduciendo la capacidad natural del cuerpo para recuperarse. Una infancia feliz es la antesala de una adolescencia saludable y una madurez decididamente más serena.
