Es por esto que los niños que aprenden a amar a los animales se convierten en adultos mayores
Gran parte de las fábulas, de los dibujos animados y de las películas preferidas de los más pequeños tienen como protagonistas a los animales, que hablan y se comportan como seres humanos o que con estos últimos viven historias y aventuras. Si se excluye el componente lúdico de los cuentos. la cosa que involucra mayormente a los más pequeños es propio su predisposición a entrar en contacto con las criaturas más simples, aprendiendo de ellos su empatía y siendo adultos mejores.
La capacidad de percibir y comprender el estado de ánimo de alguno otro es una habilidad típica de los animales. Aunque no poseen los medios para la comunicación compleja entre las personas, tienen el don de sentirse y entrar en contacto con el universo emocional, dialogando de manera íntima y profunda.
Creciendo y adquiriendo tantas facultades pero a menudo se pierden otras, como sucede justo cuando los neonatos abandonan sus instrumentos casi "telepaticos" pada adquirir la palabra. Perros y gatos logran transmitirles a ellos afecto en manera simple, directa e inequívoca. Se trata de metodos que tienen menos que ver con la elaboración del cerebro y más con la expresión del corazón.
Una parte integrante de este proceso es escucha silenciosa, la observación atenta y el real interés hacia el prójimo, todos elementos fundamentales sin los cuales la verdadera empatía no podría ni siquiera existir. Con el calor y la dulzura de sus meneos y frotamientos peludos, nuestros amigos a cuatro patas saben dar afecto y confort sin necesitar nada más.
Este es uno de los muchos ejemplos que los seres humanos deberían tomar cuando, en lugar de tantas palabras o estrategias psicológicas complejas, bastaría un simple abrazo, una caricia o el contacto de una mano en el hombro y sería suficiente para manifestar amor y comprensión.
Adoptar animales en familia es una idea de gran valor pedagógico y educativo, así como simplemente una cosa que trae alegría y felicidad. Gracias a una mascota, los pequeños entienden lo que significa ser realmente empático, donar lo que mejor se tiene de manera desinteresada y también aprender el sentido de la responsabilidad. El respeto por los animales refleja el de la naturaleza y el medio ambiente, abriendo la mente a la importancia de cada criatura para el ecosistema. Para un niño, la vida con un perro o un gato no solo es más completa, sino que también es la manera de crecer como una persona sana.
