Si tus hijos han dejado el "nido", es hora de dedicarte de nuevo a tu vida
Viene llamado el "síndrome del nido vacío" cuando los hijos se hacen grandes abandonan la casa materna y paterna para ser autónomos. Puede suceder precozmente o más tarde, por motivos de estudio o por trabajo, cualquiera sea la edad o la razón se trata de un verdadero y propio trauma para los padres, especialmente para las madres. La casa se vuelve un poco grande y vacía, uno se debe adaptar a una nueva etapa de la vida. Aquí algunas sugerencias para gestionarla.
Elaborar la perdida. Cuando un hijo toma el vuelo, la situación de un padre es parecida a aquella que se vive durante un luto. Gestos y costumbres cotidianas cambian, haciendo sentirse tristes y descorazonados. Se necesita darse el tiempo y el modo de vivir a esta falta tambien con las lágrimas. Aquello que cuenta es no aferrarse al propio dolor que va a metabolizarse e ir adelante.
Reorganizar el rol de padres. Incluso si los niños se han ido, nunca dejan de ser madres y padres, de hecho, ahora más que nunca los niños necesitarán ayuda, apoyo y consejos, sin invadir su nuevo espacio. Esta actitud hará que la tristeza desaparezca y permitirá a los jóvenes beneficiarse de la experiencia de aquellos que ya han experimentado las situaciones a las que ahora se enfrentan solos.
Los vacíos no van contemplados sino colmados. Con cada cambio, a menudo tendemos a centrarnos demasiado en aquello que ha pasado y ya no está allí, en lugar de hacer un movimiento y llenar ausencias o deficiencias. Si tiene más tiempo ahora a disposición, puede reanudar un proyecto abandonado, redescubrir pasiones, dedicarse a otros y a la comunidad. Nunca debemos olvidar que desde padres siempre debemos dar un buen ejemplo a los niños, sin dejarnos ir pero mostrándonos capaces de reinventarnos y canalizar energía y habilidades.
Redescubrir la vida de pareja. Lo últio pero fuerte mas importante consejo para gestionar el alejamiento de los propios jóvenes es quel de no dejar jamás de vivir plenamente la intimidad con su pareja. Si en los años este aspecto ha sido un poco descuiddo por causa del empeño en criar los hijos, esta es una buena ocasión para reponer sanas costumbres coo viajar, salir y compartir el tiempo. Se necesita recordar, salir a compartir sanas costumbres como viajar salir y compartir el tiempo. Se necesita recordar de cuando los niños, cuando no se estaba solo sino se era "juntos". En este modo no solo se vivirá serenamente el cambio sino tambien los hijos seran mas tranquilos sabiendo que sus padres son serenos y se aman todavía.
