No todos tienen la suerte de estar con una mujer de Capricornio: es una joya preciosa
El cielo de Capricornio une individuos de personalidad muy compleja, como tantos enignmas de resolver que, sin embargo, viven profundamente la propia emotividad y sensibilidad.
Las mujeres de este signo en particular son criaturas extraordinarias, salvajes y audaces pero también frágiles y necesitadas de afecto. Su lado racional y cerebral va temido y respetado, mientras aquel sentimental e interior va simplemente amado.
Son desafíos que vale la pena de aceptar.
El universo femenino de Capricornio es poblado de estupendos ejemplares de gran fuerza, inconscientemente siempre preparado a las decepciones y que no se dejan jamás abatir de las dificultades.
Este nato pesimismo o realismo es sin embargo solo la punta del iceberg porque bajo la superficie esperan lo mejor y esperan con paciencia quien sabe conquistar su corazón.
Estas incansables buscadoras de emociones quieren tocar las mas altas vetas de sentidos, pero para la mayor parte del tiempo aparecen duras e inescrutable para protegerse del mundo.
Detras de la coraza custodian una inagotable confianza en el amor, con la convicción que allí afuera haya alguno que la merezca y que sepa apreciarla de verdad.
Tienen la capacidad de sacar afuera lo mejor de las personas, saben dar valor a las cosas que cuentan y logran demostrar aquello que sienten con acciones concretas e increibles, no solo con las bellas frases. Si alguno las rompe ellas saben volver a unirse y seguir adelante, tienen energía de vender y creen en la agia misteriosa que hay en todas las cosas.
La mujer de Capricornio no deja jamás de soñar y de hacer de todo para realizar los propios objetivos. Vive plenamente el presente pero ya se imagina en el futuro como si fuera un film. Tiene la capacidad de notar cada detalle, no se le escapa nada,y propio por esto logra a entender el significado detras de gestos y palabras.
Sus ojos no se detienen a la exterioridad y está en grado de leer dentro de las personas aceptandolas por aquello que son realmente. Tiene el don de llevar serenidad en los demás escuchando sus problemas, dando consejos y ayudandolos a encontrar soluciones.
Está siempre para todos y espera a quien estará siempre para ella.