5 razones por la cual los padres pueden sentirse ansiosos y depresivos
Para los padres, los propios hijos son los seres más bellos y preciosos del mundo, porque los llenan de amor y enriquecen de nuevo el sentido de sus vidas, que de hecho no serán más las mismas.
El nacimiento de un hijo trastorna completamente la existencia, y por cuanto se intente de estar preparados al evento, cuando finalmente llega se abre un mundo totalmente nuevo, que pone a dura prueba la resistencia física y mental del joven padre.
Así no es raro sentirse tristes, ansiosos y depresivos, además de exhaustos y no siempre la causa son las hormonas y el cansancio:algunos estudios evidencian otras 5 razones que es bueno considerar para no afrontar y vivir mejor la paternidad.
- 1. El impulso de ser perfectos. Según una investigación belga, los padres con el mayor riesgo de agotamiento son los más educados. De hecho, se establecen objetivos demasiado altos, superiores a sus fuerzas y poco realistas, con el resultado de que esto se traduce en una carga de presión inútil e insoportable. Es mejor reducir sus estándares y escuchar más a su hijo: no tiene que ser el padre perfecto, sino lo que su hijo necesita.
- 2. Expectativas poco realistas provenientes de los medios sociales. Otro estudio enfatiza la responsabilidad de las redes sociales en la construcción de expectativas poco realistas debido a la depresión, la ansiedad y el mal sueño; esto también se aplica a los padres. Recuerde que las fotos publicadas en las redes sociales retratan solo momentos, quizás retocados, de una vida que incluye la misma multitud de emociones y sentimientos positivos y negativos que otros. Preocúpate solo por cuidar a tu familia, no de responder con los estándares ficticios de las redes sociales.
3. Sentir como si no hubiera descanso. Los primeros meses de la vida de un niño son monótonos y agotadores, y no hay días libres: según un estudio, las nuevas madres comienzan a disfrutar de su hijo a partir de los 6 meses, porque primero luchan con un cambio drastico y radical que ha trastornado sus vidas. Si te sientes agotada, no dudes en pedirle a tu familia y amigos que te ayuden a cuidar al niño un poco o con las tareas domésticas.
4. Demasiadas responsabilidades. Ser padre significa tener múltiples roles: cocinero, enfermera, maestro, conductor, entrenador, psicólogo y mucho más, dependiendo de la situación y las necesidades del niño. Un estudio confirmó que cuanto más trabajas como padres, más probabilidades tienes de ser víctima de depresión o ansiedad. Por lo tanto, es mejor dejar que el niño tome la iniciativa a veces: pregúntale qué quiere comer y ayúdalo a ordenar sus juguetes.
5. Sentirte como si te estuvieras perdiendo. Mientras los niños sean muy pequeños, tienen una necesidad constante y casi total de los padres; al crecer, gradualmente desarrollan la autoconciencia y se dan cuenta de que son individuos separados de sus padres, de los cuales comienzan a reclamar espacios para la autonomía. Sin embargo, durante los primeros años, esta situación de apego y necesidad total es mentalmente agotadora para un padre, que puede sentir que ya no tiene vida propia. Por lo tanto, es bueno aprovechar los momentos solo para uno mismo, con la ayuda de familiares y amigos: incluso 15 minutos para bañarse, practicar deportes o leer en paz puede ser saludable.
No es fácil cuidar a los niños, especialmente cuando son pequeños, y requiere mucha paciencia y un sentido de la proporción, y la conciencia de que puede y debe confiar en los demás cuando siente que ya no puede: simplemente pida ayuda. Y luego recuerda que crecerán, y luego te arrepentirás de las veces que los tuviste bajo tu control;)