Esta mujer ha atravesado medio mundo para encontrar el perro que le había salvado la vida
La profunda unión que se puede instaurar entre un ser humano y un animal es una cosa extraordinaria. El mundo está lleno de episodios que atestiguan cuanto los amigos de 4 patas saben hacer la diferencia junto a las personas. Ellas son capaces de cumplir actos de puro coraje o simplemente de rendir la existencia más plena ofreciendo cada día el amor incondicional. La historia en cuestión es aquella de una mujer y de la perrita que le ha salvado la vida.
El asunto ocurrió en julio de 2015 cuando la entonces Georgia Bradley, de 25 años, que vivía en Inglaterra, estaba de vacaciones en Creta, Grecia. La niña caminaba sola en una playa cuando, de repente, dos hombres se le acercaron y trataron de violarla. De repente, cuando apareció de la nada, apareció un perro callejero que, notando la situación, corrió para ayudar a Georgia, empezando a ladrar y gruñir a los atacantes.
El animal hizo tanto ruido para disuadir a los agresores, que pronto se fueron. Habiendo escapado del peligro, la mujer decidió llevarse al perro con ella, llamándola Pepper. Una vez que llegó al hotel donde se alojaba, contó lo que les había sucedido a los amigos con los que compartía el apartamento.
Inmediatamente se estableció una fuerte conexión entre la joven y Pepper, como si las dos se conocieran desde hace mucho tiempo. Cuando llegó el momento de partir hacia el Reino Unido, Georgia se vio obligada a abandonar al perro. Una despedida desgarradora para ambos, tanto que el animal se quedó para mirar por un largo tiempo el automóvil con el que el grupo se alejó.
Tan pronto como llegó a casa, Georgia no podía dejar de pensar en Pepper, así que dos semanas más tarde tomó un avión para regresar a Creta y llevarse a su nueva mejor amiga. La niña era consciente de lo loca que era la idea, ya que había pocas posibilidades de volver a encontrar al animal en el mismo lugar.
La empresa duró aproximadamente cinco semanas y costó miles de libras, pero después de tanta investigación, Georgia y Pepper finalmente lograron abrazarse nuevamente, esta vez para no separarse nunca más. La historia tiene un doble final feliz porque antes de introducir al perrito en el país era necesario dejarlo en cuarentena según las normas sanitarias. Después de estos días, los veterinarios informaron a Georgia que Pepper estaba embarazada, dando a luz a seis hermosos cachorros en plena salud como su madre.