No es que yo ame hacer dramas, es la ansiedad que me hace comportar así
La ansiedad hace a las personas irreconocibles en los momentos en que la toma de sorpresa. Una persona fuerte, segura de sí, parecería desgastada desde el interior durante un ataque de pánico. Es una sombra que oscurece las sonrisas de las personas, su alegría de vivir.
Quienes no sufren de ansiedad difícilmente pueden comprender que no hay rastro de protagonismo en el ataque de pánico: no quiere ser el centro de atención, no es un episodio aislado que pueda olvidarse. El ataque de pánico hace que todo sea ilógico.
Con ansiedad luchas todos los días. La gente piensa que es una forma de buscar atención, pero la verdad es que es solo miedo de que nadie nos ayude, de ser invisible a los ojos de los demás.
La ansiedad te hace llorar sin motivo y estar bien algun instante después, haciéndote sentir como un loco por lo que lloraste por tan poco. Cuando el ataque de pánico cobra vida, todo pierde sentido, no hay nada racional en el mundo. Es una ola que te consume desde el interior, hace temblar las piernas, te hace caer de rodillas mientras sientes la sensación de caer en el vacío. El ataque de pánico parece no terminar nunca: te dices a ti mismo que pasará pronto, pero no estás segura de cuándo lo hará realmente, mientras que estás segura de que volverá de nuevo.
Es difícil explicar a los familiares y amigos que sufre de ansiedad, sin despertar en ellos un sentimiento de compasión o sin sugerir una enfermedad mental. Explicar qué es cada vez y cómo se siente es agotador. Te quita el alma. Cada vez, ante los ojos de las personas que amas, tienes que convencerlos de ser una persona sana, después de todo, que es solo la ansiedad que te hace comportarte así.
Tener ansiedad significa luchar para pasar el día, a veces. El amor de las personas que te rodean es el único antídoto capaz de devolverte a la realidad durante los ataques de pánico; para saber que alguien siempre estará allí para ti, durante tus altibajos; sabiendo que aquellos que te aman protegerán tu espalda cuando estés débil, incluso si nunca comprendes cómo y por qué sientes esto, pero eso es lo que debe aceptar cualquier persona que sufra de ansiedad.