4 trucos psicológicos que los narcisistas pueden utilizar para ser siempre el centro de la atención
El egocentrismo es la característica principal de cada narcisista, vale decir el tener que ser el perno alrededor al cual gira todo el resto. Antes o después en la vida ha ocurrido a todos de frecuentar una persona parecida y sin exagerar se puede describir la experiencia como entre las más desagradables y agotadoras que se puedan probar. Estas personas existen solo para si mismas y logran a interactuar con los otros solo usandolos. Aquí vemos cuáles son sus principales estrategias:
El juego de las faltas. Los narcisistas deben siempre apuntar el dedo contra alguno para denigrarlos y ponerse a sí mismo sobre un escalón más alto. tienen siempre unos valores de acusaciones y victimas prontas de sacrificar para satisfacer su morbosa hambre de atención.
El protagonismo. Los narcisistas deben absolutamente estar siempre en el centro de atención en cualquier contexto. Esta necesidad los lleva a interrumpir o entrometerse en todas las conversaciones que no los ven como protagonistas. Si alguien intenta hacer lo mismo, se lo silenciará de inmediato sutilmente o se lo considerará una amenaza potencial.
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El intercambio de roles. La manipulación es el arte de los narcisistas y la usan para conundir y tergiversar los hechos. Utilizan esta tecnica para alterar la verdad, modificando eventos y descargando la responsabilidad de una situación sobre los otros. Cuando se tiene que ver con parecidos individuos se pasa de la parte del equivocado sin darse cuenta.
El victimismo. Un narcisista no posee ni capacidad de comprensión ni tanto menos empatía, incluso saben como disimular ambas para estimular este tipo de emociones en el prójimo. Son capaces de desempeñar el papel de ser perjudicados para obtener piedad y engañar los sentimientos de quienes los rodean.
Esto es una super simplificación en comparación con lo complicados, complejos y retorcidos que son los narcisistas, pero puede ayudar a hacer la idea y quizás reconocer las actitudes más peligrosas. El mayor riesgo es, de hecho, el de no identificar inmediatamente a este tipo de individuos y darse cuenta de que ya han causado daños. Saben cómo disfrazar su naturaleza, pero tarde o temprano emergen y los revelan por lo que realmente son. Inútil e improductivo para tratar de contrarrestarlos, mejor simplemente excluirlos de su propia vida o alejarse, la ganancia será mayor bienestar, serenidad y autoestima.