Es por esto que no responder a un mensaje de Whattsapp es un derecho legítimo que todos deberíamos adoptar
Algunas aplicaciones de comunicación rápida, como Whatsapp, decididamente han modificado el modo de interconectarse, haciendo las relaciones así como la transmisión de las informaciones mucho más rápida, eficaz y simple; de hecho, han contribuido a facilitar los intercambios entre las personas.
Inclusive, se necesita considerar también la otra cara de la moneda, o la obligación moral de la respuesta inmediata. De hecho, si bien oficialmente no exista un derecho a réplica, el tilde de la notificación nos llama a las buenas maneras, a la necesidad de ser educados, respondiendo a las expectativas de los demás, antes incluso que sus mensajes.
La realidad es que cada uno tiene el derecho de elegir si responder o no y cuando hacerlo; y es entonces que advertimos que tal libertad viene a menos, puede suceder incluso de abandonar Whatsapp y otras aplicaciones que parecen sofocarnos, sin por eso deber ser considerados "antisociales". Parece evidente entonces que, lo que subyace a la cuestión es la diferente condición psicológica de las personas, por lo que algunas pueden ser más vulnerables, en virtud de su personalidad y los estados emocionales del momento.
En particular, algunos estudios ponene en realción un uso equivocado de estas explicaciones de comunicación con la baja autoestima, la extroversión y la impulsividad. De hecho, tales características personales intensifican la dependencia de estas tecnologías - para la busqueda de aprovación social o la escasa consideración de las consecuencias de las propias acciones - y de ellas son a su vez multiplicadas y difundidas.
Es oportuno recordar, en vez, que el hecho de no responder no equivale a un rechazo: la persona en cuestión puede dormir, mirar la televisión, leer un libro, comer o simplemente vivir y no considerar el teléfono una prioridad suya en aquel momento.
Mantener el control sobre nuestra vida sin permitir a las redes sociales de tomar el sartén por el mango es esencial para no sentirnos prensados, aplastados de deberes sociales en este caso inexistente y poder vivir en manera más relajada o al menos con menos ansia.
Por lo tanto, si es necesario, no tema la opinión de los demás: ignore la notificación y continúe haciendo lo que estaba haciendo.