Una niña de 11 años visita una casa de ancianos y con una pregunta logra hacer felices a todos los huéspedes
Los hogares de ancianos no son casi nunca lugares rodeados de energía positiva: la mayoría de las veces prevalece el sentido de frustración de los residentes, la tristeza en ver algún huésped irse o sufrir de soledad por la escasa visita de los parientes.
No es decididamente un lugar en que un niño de 11 años se encontraría a gusto, pero no cuando se trata de Ruby Kate, una jovencita americana que ha conocido la realidad de los hogares de ancianos un día de verano que ha debido seguir la mamá al trabajo. En poco tiempo ha logrado involucrar e humor de los ancianos que vivían allí, devolviendo la sonrisa en los rostros de todos con una simple acción.
Ruby Kate es una niña de 11 años. Teniendo que seguir a la mamá al trabajo, ha conocido la realidad de los hogares de ancianos.
Three Wishes for Ruby’s Residents / Facebook
De inmediato ha notaddo la sonrisa apagada de los huéspedes y la insatisfacción del equipo que no entendía bien que cosa hacer por ellos para hacerlos estar bien. No obstante el ambiente no propio alegre, Ruby Kate era igualmente feliz de conocer las historias de aquellos rostros marcados por el tiempo, su pasado y su presente. Había pensado tambien en alguna actividad de hacer junto a ellos para pasar el tiempo.
Three Wishes for Ruby’s Residents / Facebook
Un día, Ruby Kate encontró a una paciente, Pearl, con la mirada fija en la ventana: pensando en encontrar algún tipo de escena emocionante, solo vio a una mujer que llevaba a un perro en un automóvil. Fue entonces cuando la anciana le dijo que este perro era su cachorro de 12 años y que lo lamentaba mucho porque no sabía cuándo volvería a verlo: le gustaría verlo más a menudo.
La simplicidad del deseo de la mujer, y al mismo tiempo su incertidumbre, dejó a Ruby Kate con un pensamiento fijo en su mente: los huéspedes del asilo de ancianos podrían ser más serenos con poco, sin embargo, no podrían serlo debido a obstáculos burocráticos o por qué no se lo podían permitir.
Mientras tanto, Ruby Kate se dio cuenta de que tenía suficiente dinero en la alcancía para pagar a una cuidadora de perros y permitir que Pearl viera a su perro más a menudo.
GoFundMe
Estimulada por el episodio de Pearl, comenzó a entrevistar a cada simple invitado de la casa preguntándoles: "Si pudieras traer 3 cosas de este mundo para ti, ¿qué te gustaría?" Una vez más, las respuestas que recibió fueron de una simplicidad conmovedora. "Me gustaría unos pantalones cómodos", dijo un hombre con pantalones obviamente ajustados en la cintura; zapatos, una manta caliente, acceso a un teléfono privado, una comida en particular o una mascota.
Three Wishes for Ruby’s Residents / Facebook
Su proyecto tomó el nombre de "Tres deseos para los huéspedes de Ruby" y terminó involucrando también a su madre: la mujer se sorprendió al ver cómo las personas a las que había tratado durante 20 años en realidad solo se abrían con su hija de 11 años. Y aquello que pedían para ser felices no era más que lo que cada ser humano debería tener.
Three Wishes for Ruby’s Residents / Facebook
El proyecto se vuelve famoso en la comunidad en que habitaba Ruby Kate y muchas personas comenzaron a hacer donaciones: con el dinero Ruby y la mamá compraron todo aquello que los pacientes del asilo de ancianos habían pedido a la niña.
En la casa de ancianos llegaron tambien los animales de compañía que hicieron felices a muchos de los huéspedes: cachorros y gatitos despertaron el amor en los ancianos atrofiados de la monotonía del hogar de ancianos.
Three Wishes for Ruby’s Residents / Facebook
Desde aquel día de verano, además de la escuela Ruby Kate tiene como tarea en el hogar de ancianos y sus huéspedes: con los ancianos organiza actividades lúdicas salidas y sobre todo mucha atención a sus necesidades.
Three Wishes for Ruby’s Residents / Facebook
A menudo nos olvidamos de cuanto puede ser difícil afrontar el cambio en una casa de ancianos de una persona que vive ya en la inseguridad de la vejez.
La opción del hogar de ancianos está en muchos casos la única elección, pero no por esto no está dicho que no pueda ser una buena elección: de la historia de Ruby Kate podemos aprender que basta poco para hacer mejor la vida de quienes tienen un peso en las espaldas.
Y entonces, hagamos algo!