Las preocupaciones te oprimen? Un modo para aliviar hay, y es más simpre de cuanto imaginas
Es conocido prácticamente por todos como un bello paseo es el método más simple y eficaz para alejar los pensamientos y mejorar el estado de ánimo. Desde siempre cuando la mente es invadida de tantas preocupaciones salir a tomar una bocanada de aire y hacer dos pasos sin una meta precisa es muy útil para reordenar las ideas y reducir la presión a la cual se somete. Sin embargo ahora también la ciencia exalta la calidad de esta simple y sana costumbre.
En el detalle la cuestión ha sido objeto de un específico estudio de parte de un grupo de neurocientíficos de Princeton University, New Jersey, Estados Unidos (fuente de investigación). En el centro del experimento, dos grupos de conejitos de india, uno sometido a "actividad física", el otro "sedentario". En el primer grupo se observó la activación de hormonas del bienestar, sustancias que tienen la capacidad de inhibir los mecanismos de excitación de las células nerviosas. El resultado fue, por lo tanto, que los sujetos acostumbrados al movimiento mostraron menos síntomas de agitación y ansiedad. La buena noticia es que no necesariamente tiene que ser un conejillo de indias para aprovecharla.
Broma aparte, el pequeño descubrimiento es solo la confirmación empírica de una verdad ya conocida y aplicada diariamente por muchas personas. Por lo tanto, caminar no solo es un buen remedio para la depresión y el estrés, sino también una excelente herramienta para "reiniciar" el cerebro y comenzar a trabajar de manera más productiva que antes. Un tranquilo paseo a pie es, de hecho, la mejor manera de dejar de lado el caos mental, concentrándose solo en el camino, en lo que se encuentra, respirando y volviendo a entrar en contacto con su ser interior. Caminar más es una actividad accesible para todos y perfecta para todas las edades.
Para tener mayor bienestar el contexto en el que se pasea es fundamental. Caminar en una multitud, entre calles concurridas o en un centro comercial es algo muy diferente a hacerlo en un bosque, en las montañas o en la playa. La mente necesita silencio y paz para regenerarse, por lo tanto, en la medida de lo posible, si tiene tiempo y forma, es mejor preferir un lugar tranquilo lejos de la confusión de la metrópolis. De esta manera, realmente puede recargarse y volver a ocupaciones cotidianas llenas de entusiasmo y energía.
