El chofer del autobús ve un perro asustado bajo la lluvia y decide de hacerlo subir. una mujer documenta el tierno episodio.
No sirven pruebas científicas para saber que los animales tienen un alma, lo sabe bien quien posee un amigo de 4 patas. Hay tantos perros y gatos que sin embargo no tienen una casa y viven, o mejor dicho sobreviven en la calle afrontando los pequeños y grandes desafíos de cada día. Cuando se los ve deambular por la ciudad el primer instinto es darles cualquier cosa de comer, pero aquello de la cual tienen necesidad estas criaturas es principalmente un poco de amor.
Aquello que ha sucedido lo testimonia un conductor de autobús que trabaja para el transporte público de la provincia de Jujuy, en la zona noreste de la Argentina. Era un día particularmente lluvioso cuando el hombre que guiaba el medio durante un recorrido normal noto un perrito acurrucado en un angulo, aterrorizado de los truenos y los rayos. Conmovido Jorge, en nombre del chofer, decide de acogerlo a bordo al inesperado pasajero. Apenas el autobús se detuvo y se abrieron las puerta, el perro interpreto el gesto como una invitación para subir y no se hizo repetir dos veces.
El "buen samaritano" llevo consigo a su nuevo amigo por mas de 30 kilómetros, recorriendo todo el trayecto del barrio Libertador hasta Fraile Pintado y de regreso. Después de un buen paseo el perro ha bajado en la misma parada donde había subido. El episodio ha sido documentado por una pasajera que asistio a toda la escena y que ha sacado las fotos publicándolas luego sobre la web. Junto a las imágenes la mujer también ha escrito un mensaje dedicado al chofer tan gentil "Gracias a Jorge por su generosidad y compasión frente a este perrito".
La historia ha hecho el giro de la red y ha recibido muchísimas visualizaciones y compartidos. Muchos han dejado comentarios aplaudiendo la bondad del hombre, afirmando que en el mundo siempre hay más personas que deberían tomar con el corazón la causa animalista. Independientemente del estupendo acto cumplido de Jorge, aquello demuestra como en realidad aquel perrito no quería ni comida o agua, sino solo un poco de compañia y de alivio en un momento de miedo.
Estos son sentimientos que van mas allá del simple instinto atribuido a los animales, alguna cosa que asemeja a una conciencia y denota la presencia de un "corazón".