La actriz de Lo que el Viento se LLevó, Olivia de Havilland, ha cumplido 102 años: aquí con toda su belleza
La "semana del arte" en más de 120 años de historia ha regalado obras de arte que han entrado en el imaginario colectivo y puntuado momentos inolvidables, uno de estos es sin alguna duda el mítico "Lo que el Viento se Llevó". Entre todos los principales actores protagonistas que hacían parte del cast,al 2019 es la única todavía en vida es Olivia de Havilland, el inolvidable "Melania Hamilton". A la venerable edad de 102 años la popular actriz es todavía bellísima.
En el curso de su carrera la Havilland ha vencido dos premios Oscar, uno en 1947 para "La vida íntima de Julia Norris" y otro en 1950 para "La heredera". Es una de las poquísimos testimonios existentes de la época de oro de Hollywood, el período colosal, cuando actores y actrices eran mucho más que personajes famosos sino verdaderos y propios íconos. La diva de talento excepional no se ha hecho faltar nada, incluso la histórica rivalidad con la hermana, Joan Fontaine, justa al máximo nivel cuando ambas conquistaron la nominación a los Oscar como mejor actriz en 1942. Aquella edición en particular viene ganada por Joan por su interpretación en la pelicula "El sospechoso".
Entre objetivos profesionales y personales, dramas y alegrías, Olivia ha superado el siglo festejando los 101 años con un regalo especial, el honor de Dama del Imperio Británico conferido a ella por la Reina misma. Se retiró a Francia y, a pesar de sus años, su apariencia no ha perdido nada de encanto y carisma. Al ver sus fotos de joven y las que la retratan ahora viejas, uno no puede dejar de reconocer los mismos rasgos dulces que siempre la han distinguido, y su mirada sigue siendo prácticamente idéntica.
Olivia de Havilland ha contribuido a escribir importantes páginas en la historia del cine, encarnando personajes que quedarán inmortales en aquella realidad onírica y fantástica que es la gran pantalla. Aquel mundo quizás no existe más pero es todavía posible revivir sus emociones volviendo a ver las imágenes indelebles de las muchas obras de arte en celuloide.
Gone with the Wind - David O. Selznick
Su gran herencia es patrimonio de todos, un tesoro de sensaciones y recuerdos de la cual cada generación puede disfrutar. Espectadores de todas las edades pueden asi parecer recuerdos sin tiempo y compartir el único verdadero modo para "soñar con los ojos abiertos".