No hay ninguna culpa en querer alejar a las personas tóxicas de tu vida
Incluso otra vez se vuelve a hablar de personas tóxicas, de aquellos individuos que viven solo por un beneficio personal, que absorben la energía de los otros y frecuentan alguno hasta que no tienen ventaja. No hay intercambio, enriquecimiento, intercambio emocional o crecimiento junto a ellos, sino que son presencias que alimentan sentimientos de tristeza e incomodidad. Lo único que hay que hacer es distanciarlos de sus vidas lo antes posible y para siempre.
Narcisistas, egoistas, manipuladores, todos estos sujetos tienen solo una misión en la vida, gratificarse a sí mismos haciendo miserable la existencia del prójimo. Quizás lo hacen sin querer, incocientemente, no con dolo sino con el comportamiento de quien no logra ir más alla de sí mismo y falta de cualquier tipo de empatía.
Pueden manifestarse en cada ámbito o contexto, desde la familia al trabajo, de la amistad a las relaciones sentimentales. No importa cual rol tengan en el propio círculo social, este tipo de individuos va eliminado porque es fuente de malestar y daña el propio equilibrio psicofísico.
Tomar la decisión de cancelar alguno de la propia vida a menudo genera sentido de culpa, se siente mal, se pone en duda la propia conciencia y el propio estatus de "persona de bien". Pero no es así, se trata simplemente de una cuestión de supervivencia y de dar el justo valor a aquellos que lo merecen.
Para buscar de obstaculizar este proceso de evolución interior las personas tóxicas buscan de usar aquel sentido de culpa para parecer víctimas. Además incluso si se los aleja, estos individuos intentarán regresar con los medios psicológicos más sutiles, solo un contacto o mensaje es suficiente para darles la oportunidad de reabrir una brecha.
El corte, por otro lado, debe ser claro, decisivo, un paso firme, sin posibilidad de retroceder. Tienes que pensar que en realidad estás diciendo adiós a alguien que nunca se preocupó por el bienestar de los demás, un amigo falso que no dudaría en pisotear a nadie para obtener lo que quiere. Después de centrarse en esta idea, uno debe preguntar "¿Realmente quiero a una persona así a mi lado?"
Una existencia plena y satisfactoria está hecha de relaciones sanas en las que damos al menos lo que recibimos, en las que nos sostenemos a nosotros mismos y nos confiamos mutuamente.Hechar a una persona tóxica no es un signo de debilidad o cobardía sino de fortaleza y valor, porque ambos son necesarios para cambiar la vida y elegir ser feliz.
