Soy una mujer fuerte pero también yo tengo necesidad de alguno que ponga juntos mis pedazos

por Patricia Zorzenon

02 Mayo 2019

Soy una mujer fuerte pero también yo tengo necesidad de alguno que ponga juntos mis pedazos
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Ser fuertes es una satisfacción, una cosa de la cual estar orgullosos: pero ser fuertes quiere decir también hacerse proteger por quien espera encontrar salvación en la fuerza de los demás, sin tener respeto de la persona a la cual está pidiendo ayuda.

Cuántas veces el solo hecho de poder contar sobre una persona fuerte al lado hace olvidar que quizás también esta persona tiene necesidad de sus espacios, de sus tiempos y de la posibilidad de elegir cuando estar disponible a dar una mano.

pixabay

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Ser fuerte hace que la gente piense que no necesitas nada, nunca una ayuda, nunca un oído atento, una mano para subir los escalones de la vida: sin embargo, incluso las personas fuertes se encuentran perdidas y necesitan tener una sugerencia o consejo, una mirada que se de cuenta de ellos. Pero la mayoría de las veces, quienes los notan lo hacen solo para aprovechar la seguridad que emiten las personas fuertes.

Ser fuerte a menudo significa compartir las desgracias, las cargas, las decepciones y el sufrimiento de los demás: porque nadie toca antes de entrar en la casa de la persona fuerte, nadie pregunta si es el momento adecuado, nadie ha preguntado "¿cómo está usted hoy? ".

Pero la fuerza interior es, una vez más, el salvavidas para aquellos que se sienten abrumados por la intrusión de los demás: cierran los ojos, se lanzan fuera del aire y tratan de recuperar ese espacio personal perdido. Juntan las piezas de su propia persona, fragmentadas por la atención constante que otros requieren.
 A una persona fuerte no le viene jamás preguntdo el humor, cuales son las ansiedades, las alegrias y los sueños: no importan, porque a los ojos de los demás su mision es solo la de estar al servicio de quien no tiene su misma fuerza.

Todos se dan cuenta de la ausencia de una persona fuerte cuando falta por algun minuto: entonces aquí es que se sienten perdidos, agobiados por sus propios malos estados de ánimo. Sin embargo, nadie se da cuenta de lo importante que es para ellos la persona fuerte hasta el punto de decirle al menos un "gracias".

Nadie sabe dónde toma el cargo la persona fuerte, ni siquiera ella, pero no es importante. Bastaría honrarla, agradecerle, respetar su espacio y, de vez en cuando, devolverle los abrazos y las palabras de consuelo que siempre está dispuesta a dispensar.

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