Te manchas fácilmente cuando comes? Quizás eres un genio...y no lo sabes
A muchos le es familiar la expresión "genio y desorden", como para decir que quien tiene más materia gris en general tiende a no conformarse con los demás o a ser diferente, de hecho singular. Aquello puede referirse al modo con la cual se gestiona la propia vida sino también las pequeñas cosas, vale decir pequeños tic, idiosincrasia o costumbres de la vida cotidiana. Según una investigación uno de estos síntomas de inteligencia es la tendencia a mancharse a menudo.
via EN Stories
Desde afuera mirar a alguien que se tira una bebida encima o que se deja caaer un pedazo de torta sobre la camisa no haría suponer que se esta observando una mente brillante, incluso la apariencia engaña. Lo revela un estudio efectuado por Steve Johnson, popular autor científico que evidencia las conexiones entre "torpeza" y genio. Una persona particularmente brillante generalmente tiene su cerebro ocupado por tantos pensamientos y consideraciones, por lo que puede estar "no muy presente" en la realidad del momento. Aquellos que están condenados a realizar múltiples tareas viven constantemente proyectados hacia adelante, descuidando detalles que, desde su punto de vista, son inútiles y no indispensables.
Si en toda esta marasma de elaboraciones les ocurre de ensuciarse con la comida es absolutamente normal, porque se trata de alguna cosa totalmente insignificante en proporción a todo aquello que tiene por la cabeza. Obviamente el solo hecho de tener una camisa devastado de residuos del almuerzo no es una garantía de agudeza cerebral, es necesario sobresalir y mostrar habilidad en otros campos personales o profesionales. En la práctica, existe la imagen icónica clásica del profesor algo en mal estado, siempre tarde, con notas garabateadas aquí y allá. Un sujeto similar está tan ocupado que incluso se olvida de comer o dormir, y cuando lo hace combina desastres que solo los quitamanchas y lavadoras pueden resolver.
La mente de una persona claramente inteligente, trabaja de manera diferente, quizás demasiado, y no considera los detalles que la mayoría de las personas consideran fundamentales, como el aspecto estético, como importantes. Seguro, por un lado, esto sería no confiar tareas que requieran cierta atención y concentración, como volar un avión o conducir un autobús ...
Los individuos de este molde normalmente son ratones de biblioteca o están confinados en el laboratorio para realizar investigaciones. A la luz de esta información, la próxima vez que conozcas a un tipo con una camisa similar a la pintura de Jackson Pollock, ¡tal vez sea el próximo Albert Einstein!
