Un terapista ilustra 5 simples estrategias para controlar nervios y ataques de pánico

Viene definida ansia fisiológica la normal condición emocional de respuesta del organismo a una situación de estrés. Toda otra historia y el ansia patológica, vale decir el mismo estado psicofísico que, sin embargo, es desproporcionado al contexto desencadenante o incluso infundado. En la sociedad moderna, la incidencia de crisis de ansiedad o, peor aún, los ataques de pánico, por desgracia, están en aumento. Aquí hay 5 estrategias simples a seguir para aliviar la tensión en caso de necesidad.

NB: el consejo que le brindamos NUNCA puede reemplazar la opinión de un médico o los tratamientos que un especialista puede recetarle para una patología específica

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• Dedicarse a una actividad relajante. Cuando te das cuenta de que la ansiedad aumenta, antes de subir a niveles que desencadenen un ataque de pánico, puedes desviar tu atención ocupando tu mente en algo relajante o divertido. Escuchar música, jugar con un teléfono móvil, dibujar o lo que sea, son estrategias útiles para aliviar el estrés.
• Hablar con alguno. Entre los comportamientos más comunes adoptados de quien sufre de ansiedad y pánico existe la acción de evitar y postergar, es decir, posponer o abstenerse completamente de los compromisos o actividades que se sabe o se cree que causan estrés. En estos casos, puede ser útil hablar con una persona de confianza, quién conoce el problema y con quién comparte una conexión emocional. En los casos más graves, la ayuda profesional y el apoyo de un terapeuta son esenciales.
• Respirar profundamente. En el estado de ansiedad uno de los primeros efectos es un cambio en el modo y en la velocidad con que se inspira y se expira. Si se lo hace rápidamente y superficialmente involucra solo a los pulmones superiores. La hiperventilación innatural lleva a un desequilibrio gaseoso en la sangre provocando desmayo, mareo y náuseas. Un método eficaz para invertir este proceso y respirar a través del difragma, o sea " con la panza", lentamente y en profundidad, disminuyendo así presión sanguínea y frecuencia cardíaca.

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• Mover el cuerpo para dominar la mente. En el ataque de pánico el aspecto central es la pérdida de control. Ejercitar una acción física como saltar, correr, aplaudir o sacudir la cabeza puede ayudarlo a volver a estar en contacto con la realidad y sentirse nuevamente presente ante usted mismo.
• Visualizar una situación agradable. Una excelente estrategia para combatir eficazmente la ansiedad y los ataques de pánico es imaginar estar en un ambiente seguro y agradable, tal vez en un entorno natural, un lugar donde uno haya estado o quiera visitar.

Incluso hoy trastornos de ansiedad y pánico vienen demasiado disminuidos, estigmatizados o descuidados por ignorancia o embarazo. El primer paso para resolver este tipo de problemáticas es aprender a reconocerlas y aceptarlas. Escapar empeora solo las cosas, se necesita afrontar la propia condición con madurez y serenidad, haciendose acompañar de expertos o de quien ya ha tenido que hacer con estos problemas y los ha gestionado con suceso.