Niño destruye más de 1200 euros de maquillaje de Sephora: las vendedoras se la toman con la madre "distraida"
Quién es padre sabe bien cuanto es difícil ir de paseo con los niños incluso pequeños, realizando diligencias o haciendo compras y contemporáneamente buscando de no perderlos de ojo un momento.
Los pequeños no tienen la culpa ser curiosos es normal, para ellos todo es un descubrimiento, entonces es comprensible las ganas de explorar y de tocar. La libertad sin embargo depende del contexto en donde se encuentra, y aquí entra en juego el rol de la educación de los hijos.
La demostración deslumbrante de aquello que puede ocurrir cuando no se logra a ejercitar un control adecuado sobre la prole la ha tenido Brittney Nelson, madre y maquilladora de Augusta, en Georgia, cuando junto a su niña se ha dirigido a un negocio de la cadena Sephora que se encontraba en la zona suya de residencia.
Aquel día estaba allí no como figura profesional del makeup sino como una simple clienta, en compañia de su hija de pocos años. Girando por el corredor noto una mujer correr fuera del negocio junto al propio hijo pocos instantes después que ella había entrado.
Desde el principio no entendio que cosa estaba sucediendo, pero pocos metros después se encontro delante a una escena que la hace quedar con la boca abierta. Un entero panel de maquillaje con sombras se convirtió literalmente en un desastre, con cosméticos en polvo esparcidos por todas partes, destruidos y completamente ahora para ser desechados. Uniendo aquellas imagenes con la señora en fuga pco antes Brittney entendió que el autor del desastre habría sido el pequeño, atraido por el exhibidor de productos, que probablemente había pensado que contenía colores con la cual jugar y pintarse las manos.
Conociendo el valor de los productos y calculando que alli en el piso debían haber casi centenares de artículos, segun Brittney el daño podía ascender a mas de 1200 euros, una cifra de verdad importante considerando que a causar el desastre había sido solo un niño.
Los negocios Sephora son famosos por la complacencia hacia la clientela, mas bien en práctica la posibilidad de probar la mercadería es una costumbre que viene alentada y se ha convertido en una marca de fábrica. Sin embargo a todo hay un límite, y este límite está hecho de civilización y respeto. Brittney penso de sacar una foto de lo sucedido posteandola sobre las redes sociales acompañandolo de un breve posteo para contar el episodio. En breve tiempo la historia se ha vuelto viral y ha recibido muchos comentarios de parte de otros padres que han estigmatizado el comportamiento de la misteriosa madre, juzgándola un tanto distraida e irresponsable.
El posteo no quiere ser un simple chisme o una crítica hacia esa mujer, sino un recordatorio para otros padres. Brittney a menudo tiene que llevar a su hija con ella cuando compra nuevos cosméticos para su trabajo, pero las reglas son claras, "mira pero no toca", como se mencionó al principio.
En resumen, todo es cuestión de una buena educación y un poco de disciplina.