La felicidad de las mujeres tiende a aumentar en el período sucesivo al divorcio según una investigación
el divorcio es un evento traumático y complicado de manejar, especialmente cuando pone fin a una relación que dura desde hace muchos años. Sin embargo, después de haber incorporado el golpe, esta condición de hecho puede revelarse una panacea para el cuerpo y para la mente, sobre todo para la parte femenina. Una investigación científica afirma que las mujeres, más que los hombres, ven aumentar su nivel de felicidad y satisfacción después del divorcio. Según los investigadores ello puede ser debido al modo diferente de afrontar las diferencias: las mujeres parecen sufrir más que los hombres el peso emocional de un matrimonio infeliz, entonces el divorcio se vuelve automáticamente más liberador.
Aquí por ejemplo algunos aspectos de su vida donde una mujer se puede reapropiar cuando sale de un matrimonio infeliz.
via huffpost.com
- Se liberan del peso del pasado. Vivir el presente es la manera mejor para construir el futuro. Una mujer divorciada logra finalmente dejar a sus espaldas aquello que la frena de vivir plenamente cada paso como conquista.
- Reconquistan su propio espacio personal. Un matrimonio saludable es un vínculo que fortalece las dos mitades de una pareja, una tóxica perjudica a ambas. El final de tal relación le permite a una mujer enfocarse en su vida y su propia felicidad.
- Encuentran la serenidad. Incluso sin verdaderas peleas o discusiones un matrimonio infeliz es fuente de ansia y de tensión constante. Separarse es el único modo para recuperar la paz interior.
- Recomienzan a tomar cuidado de si. Terminadas las preocupaciones y el estrés ahora se pueden emplear todas aquellas energias para pensar en la propia salud y el propio bienestar, desde tomar costumbres más correctas al cuidado de uno mas el propio aspecto.
- Se trata de pequeños y grandes cambios que poco a poco hacen adquirir confianza en la vida y comprender de tener nuevamente el control de su propia existencia. Todo se transforma en una experiencia de crecimiento generando un circulo vicioso y un flujo de energía positiva que reactiva lass ganas de inaugurar un nuevo comienzo.
Incluso hoy el divorcio está visto como un fracaso, mas alla de una especie de violación de aquellos valores morales y sociales considerados sagrados y eternos. El final de una larga relación tiene siempre un sabor amargo, pero no necesita identificarse a si mismo con la pareja. No sirve renegar aquello que de bueno ha sido y que ha llevado igualmente a querer tomar un empeño duradero.
Se necesita también aceptar los cambios y que en el fondo alguna vez, el final es parte del viaje. El comportamiento constructivo permite de no cancelar una parte importante de la propia historia, pero de archivarla con serenidad para ir adelante. El objetivo de la felicidad siempre está ahí, simplemente ha cambiado el camino para llegar allí.